Tenía apenas siete aperturas en su carrera de grandes ligas. Nunca había lanzado más de seis innings. La noche de este lunes, Ronel Blanco lanzó el primer no hit no run de la temporada de grandes ligas y los Astros blanquearon a los Azulejos de Toronto 10×0 en el primero de la serie ante los canadienses apoyados también en multi-jonrones de Yainer Díaz y Kyle Tucker.
En su primera apertura de la temporada, y apenas la octava de su carrera, el quinto abridor de Houston tuvo una noche maravillosa. Horas antes de iniciar la campaña, Blanco lanzó un juego de pretemporada el mismo día que nació su hija. En ese cotejo, el manager Joe Espada le notificó que sería parte de la rotación. Vaya noticias: padre y abridor.
La victoria significa también el primer lauro de los Astros en 2024. Tras una primera semana negativa en la que fueron barridos por los Yankees de Nueva York, Houston tuvo en el derecho dominicano, el lanzador que esperan pueda ocupar un lugar en la rotación mientras regresan los cuatro brazos lesionados, pero cuidado con ese muchacho.
En una noche maravillosa, el nacido en Santiago de los Caballeros vino «cuchillo». Siete ponches y apenas dos bases por bolas en una primera apertura en la que realizó 105 disparos, setenta y tres en strike.
Desde temprano
Cuenta su receptor Yainer Díaz que no le sorprende la actuación de Ronel Blanco. Mientras realizaban los calentamientos previos al juego, vio que su slider estaba moviéndose adecuadamente y eso les permitiría utilizar con más frecuencia el cambio de velocidad. Ellos tienen un plan.
«Desde el spring training estamos trabajando y ha estado muy bien, además trabajó en el offseason», refirió su receptor y paisano Yainer Díaz. «Algo que me gustó mucho fue que mientras calentabamos tenia su slider ahí, eso me dio la libertad de poder utilizar el cambio y mezclar los picheos».
La mejor compañía
Blanco tuvo el privilegio de contar con una invitada de lujo. Su madre, María estuvo en las gradas viendo a su hijo ser parte de la historia. «Son cosas de Dios, siempre le dije que no se rindiera, Dios tiene planes para Ronel», le dijo a Jesús Ortiz.
Ronel terminó su encuentro con los medios y fue a reunirse con su familia. Un momento emotivo porque luego de tanto sacrificio y esfuerzo, está mostrando su juego y los frutos del trabajo comienzan a verse.
«Impresionante Ronel, su cambio y la velocidad de sus picheos estuvieron grandiosos, estoy muy feliz por el, mostró una mejor slider y una mejor recta esta noche» dijo Espada. «Estuvimos siempre atentos al numero de lanzamientos, nos aseguraremos que tenga el tiempo de descanso necesario».
«Necesitabamos esa victoria».
Y vaya que la necesitaban. Tras un arranque 0-4, los Astros y el propio espada no habían podido celebrar absolutamente nada. Espada se convirtió en el primer manager en la historia que obtiene su primer triunfo por la vía del no hitter. Nada mal.
Doble celebración
Espada se apuntó su primera victoria como manager de grandes ligas. El dirigente boricua, visiblemente contento no ocultó lo especial de la hazaña, pero no vaciló en dar al cesar lo que es del cesar.
«Una noche muy especial y emocionante que la primera victoria sea de esta magnitud, pero para mi la noche es de Ronel Blanco, de la manera en que el ha trabajado y se ha preparado, su camino, su trayectoria hasta este momento es especial y estoy super orgulloso de el.»
Paisanos y colegas.
Los también lanzadores Cristian Javier y Rafael Montero me dieron sus impresiones sobre la actuación de Ronel Blanco. «Yo estaba nervioso y en oración desde el séptimo inning, cuando hizo el último out dije Gracias Papá Dios» dijo Cristian Javier todavía con una risa nerviosa.
Javier, conoce muy bien eso de lanzar un no hitter. «No quieres que nadie te hable ni te diga nada, no es fácil porque nosotros siempre estamos hablando y bromeando, pero hay que dejar que se mantenga concentrado».
En efecto, nadie hablaba con Blanco. Esas cábalas, creencias o como quieran llamarlas, se mantienen allá abajo.
«Desde el quinto inning supe que sería una gran noche» soltó Montero, quien también ha sido parte de un juego sin hits. «La forma como estaban sus picheos y la manera en que los batedores estaban haciendo swing, te dice que el pitcher vino bien, yo estaba nervioso pero confiamos en nuestro equipo».
«Los swings eran en su mayoría defensivos y no podían darle pa atrás». Explicó Montero.