A punta de ponches, se acabó el maleficio de derrotas en el Clásico Mundial
Receta de zurdos, Piggy Back, o cualquier tipo de estrategia que usted quiera analizar sobre la victoria de la selección de Venezuela ante República Dominicana debe ser aceptada como válida en esta oportunidad. No fue una noche perfecta, pero fue una noche en la que los jugadores clave hicieron los ajustes y pudieron obtener los objetivos que se plantearon. Venezuela derrotó 5×1 a República Dominicana en el inicio del Pool D del Clásico Mundial de Béisbol, 2023 cuya sede es el Loan Depot Park, casa de los Marlines de Miami.
La victoria de los dirigidos por Omar López fue un asunto buenos resultados a pesar del descalabro del abridor Martín Pérez. Apenas en el primer inning, Julio Rodríguez y Juan Soto le conectaron batazos que inauguraron el score y hacian tambalear la apertura del zurdo de los Rangers de Texas.
Pasado pisado
El primer ajuste de Pérez llegó en el mismo primer tramo, terminar la entrada sin mayores daños. Lo mismo le pasó en el segundo y tercer tramo y no vaciló en reconocerlo. «Pude hacer los ajustes, tengo la capacidad de olvidar lo que ha ocurrido antes, a lo pasado pisado» dijo en relación a la actuación de 2017.
Pérez permitió cuatro hits y concedió dos bases por bolas, pero se las arregló para sacar los outs que incluyeron dos abanicados. Las conocidas limitaciones de abridores en primera ronda no le permitieron ir más allá de los 65 picheos, pero el manager Omar López tenía un plan de trabajo. Llegaba la hora de aplicarlo.
José – Luis
López subió al montículo al derecho José Ruíz, un jugador para muchos desconocido porque es de esos tirafuegos silencioso. El relevista de los Medias Blancas de Chicago quien acumula seis temporadas en Major League Baseball, se repuso de un pasaporte y completó el cuarto episodio sin permitir anotaciones de la poderosa selección dominicana.
Luis García, abridor de los Astros de Houston tomó la bola para el quinto acto, la estrategia diseñada por López para darle trabajo al derecho que le permita tenerlo disponible en un eventual avance a siguientes rondas, tomando en cuenta las limitaciones propias del evento.
El nativo de Bolívar trabajó magistralmente tres entradas, cero carreras y la joya de la corona: siete ponches incluidos Rafael Devers, Manny Machado, Jeimer Candelario y su compañero en los Astros, Jeremy Peña entre los abanicados.
La ofensiva dominicana estaba apagada, resulta difícil procesar que una alineación en la que J-Rod, Soto, Machado, Devers y compañia apenas pudieron fabricar una anotación. Tras llegar a los episodios finales. La mesa quedó servida para que los zurdos José Quijada y José Alvarado pusieran el candado a los peligrosos bates rivales.
Últimos bates pero no mansos
Anthony Santander puede confundir a algunos, pero no se puede ocultar la verdad. Es un caballo que batea muchos jonrones con los Orioles de Baltimore. Ayer lo demostró con ese batazó que igualo el partido. Pero los otros dos peloteros que fueron alineados abajo también respondieron.
David Peralta y Eugenio Suárez contribuyeron con la producción en la jornada sabatina. Peralta ahora jardinero de los Dodgers de Los Ángeles conectó hit en la cuarta que trajo dos carreras, luego produjo una más con doble en el sexto tramo y dio el oxigeno que Venezuela necesitaba.
En el cierre del octavo, Eugenio Suárez, slugger de los Marineros de Seattle, aportó otra con sencillo a la derecha.
Tras el partido, el manager de Venezuela, Omar López explicó que la manera de alinear a sus peloteros fue lo que venían proyectando en cuando a capacidad de embasarse y sobre todo a lo que se había visto de cada jugador durante los entrenamientos «su swing no estaba al 100%, por eso lo alineamos abajo» dijo López sobre Santander. «Pero había tomado alrededor de 60 turnos y eso me llevó a considerarlo, el pudo responder», finalizó.
Este domingo Puerto Rico y Venezuela se enfrentan en duelo de invictos del grupo D.
Foto: MLB
Por: Jesús Linares @jesuslinares23