La importacia de los equipos de trabajo radica en las diferentes funciones que desempeñan
Recuerdo que mi amigo Jesús Tapia me contaba que cuando era niño, no se le daba muy bien eso de jugar al béisbol, no es que era malo, pero tampoco era verdad que iba a ser un profesional. Jesús me decía que ellos solían jugar en su natal Los Mina, en Santo Domingo, República Dominicana y que el era el que tenía el único bate con el que aquella multitud de niños jugaban pelota.
«Sí no me meten a jugar, me llevo el bate» dejaba claro Tapia con su mensaje implacable. Luego de pensarlo bien, el corillo decidía meterlo en el lineup titular aunque seguramente era un out seguro. Pero dejarlo en la banca no era una opción pues se corría el peligro de que se fuera, bate en mano y en consecuencia no había juego.
Este cuento me hizo recordar un poco a las movidas de los Astros de Houston luego del campeonato de 2022. Tras ese título obtenido ante los Phillies de Philadelphia, el club y su gerente general James Click «dividieron caminos», esa fue la palabra que utilizó la organización para anunciar el cese del ejecutivo con el equipo campeón.
Los reportes indicaron en ese momento que Click pretendía una mejora salarial, dada su condición de gerente campeón, pero sus pretensiones no fueron aceptadas por el dueño, Jim Crane. En ese sentido, los Astros se quedaron temporalmente sin gerente general, pero el negocio no se iba a detener en ese punto.
Mientras esa silla estaba vacía, los Astros hicieron movimientos. Sí, a pesar de no tener un gerente general, Houston se movió en el mercado de agentes libres con dos firmas importantes. Evidentemente de la mano del mismísimo Jim Crane.
José Abreu se unió al club con un contrato de tres años y 58.5 millones de dólares. En esa negociación sin gerente general contratado a la fecha, la asesoría del Hall Of Fame Jeff Bagwell fue importante en el proceso de reclutamiento. Se trató de una firma importante, un veterano de nueve temporadas en MLB con credenciales de estrella. Novato del año, Jugador Más Valioso entre otros reconocimientos.
Posteriormente, Houston firmó al dominicano Rafael Montero quién venía de ser un hombre importante en el título de 2022. Un relevista en el que el manager Dusty Baker confió en los momentos difíciles.
Ese pacto fue por tres años y 34.5 millones de dólares.
La temporada 2023 tuvo cambios en el front office del equipo, Dana Brown asumió el puesto de Gerente General y los Astros enrumbaron su estructuración de acuerdo al plan de trabajo Crane-Brown.
Una evaluación de las recientes firmas era parte del proceso, incluyendo aquellas realizadas en ausencia de un GM.
Tiempos difíciles
Ambas firmas no dieron el resultado que esperaban en lo inmediato. Cuando tienes hombres de ese calibre y con ese salario, la producción debe ser visible, tangible e inmediata. El mismo Montero lo reconoce: «Esto es un negocio, ningún jugador es inamovible» dijo.
«En un equipo competitivo como este, solo (José) Altuve y (Yordan) Álvarez son intocables», acotó.
Abreu vivió un inicio de temporada terrible, esa película se repitió en 2023 y 2024. Esta vez los Astros decidieron hacer movimentos, buscando una reacción.
El 1 de mayo, fue opcionado a las menores, Abreu viajó al compejo en West Palm Beach y estuvo trabajando en su bateo. Un movimiento difícil dadas sus credenciales.
El 27 de mayo, regresó a Las Mayores. Houston esperaba que el time también viniera de vuelta, pero eso no fue posible. Finalmente fue liberado el 14 de junio.
Montero, por su parte fue puesto en asignación el 31 de julio, pasó por Waivers sin ser tomado por equipo alguno y posteriormente fue asignado al equipo triple A (Sugar Land) donde hoy aparece en roster de ligas menores.
¿Fueron un fracaso las firmas realizadas por Houston en ausencia de un gerente general? Aunque la decisión final siempre la tiene el dueño, no es verdad que estuvo solo en el proceso. Toda organización de grandes ligas tiene un equipo de trabajo para este tipo de decisiones. Quizás culpar a Bagwell o a Bill Firkus no es la mejor de las ideas, porque al final de cuentas, ellos no lanzan ni batean.
De hecho, si las firmas de Abreu y Montero hubieren dado resultados positivos, todos habrían alabado a Crane y sus ejecutivos por la acertada contratación de estos elementos. Pero así sucede en estos negocios.
Sin dudas, en negocios de alta productividad, todo patrón necesita un gerente.
Foto: Michael Wike.