Anoche la actividad del béisbol de las grandes ligas estuvo interesante por demás. Tripleta de clasificados a la postemporada. Dos en la liga americana y uno en la liga nacional, pero la cosa no se queda ahí, sino que todavía hay cupos disponibles. Esto de la ampliación de los equipos es un éxito rotundo, y lejos de ser aburrido y algo fácil de obtener, se ha vuelto bastante interesante con remontadas y peleas que prometen emociones.
Los Astros de Houston vencieron 4×3 a los Marineros de Seattle en Minute Maid Park y se coronaron campeones divisionales. Aunque ciertamente los Astros fueron el equipo que menos ganó entre los campeones divisionales, aplica el lema «campeón es campeón» manteniendo una dinastía en el oeste en donde han ganado siete en los últimos ocho años. Eso es un abuso.
El dominicano Framber Valdez lanzó 5.2 entradas de 3 carreras, en lo que no fue la mejor de sus presentaciones, pero quedó a un out de una salida de calidad. Lo que pasa es que el manager Joe Espada, trabajó al mejor estilo de postemporada, utilizando temprano al meteórico Bryan Abreu y poder apagar la arremetida marinera.
Jason Heyward conectó jonrón de dos carreras para voltear el juego en la quinta entrada. El bullpen dio a Espada el espacio que le permite soñar con la serie mundial, trabajando Abreu (1.1IP) Pressly (0.2IP) y Hader (1.1IP).
Los Astros disputarán la Serie de Wild Card en casa entre el 1 y el 3 de octubre.
Los Padres de San Diego también se metieron en la clasificación junto a los Orioles de Baltimore para completar la tripleta de la jornada del martes. Todavía quedan por definirse dos cupos de Wild Card en la liga americana entre los Tigres de Detroit, Reales de Kansas City, Mellizos de Minnesota y Marineros de Seattle, mientras que en la liga nacional, pelean por un cupo los Mets de Nueva York, Cascabeles de Arizona y los Bravos de Atlanta.