El millonario negocio del béisbol tiene las manos ensangrentadas por culpa de algunos delincuentes
Cuando sea grande quiero ser pelotero. Es una frase recurrente en casi cualquier niño venezolano y dominicano. Esa frase no es nueva, es común desde hace 40-50 años, y hoy sigue estando vigente. La inmensa mayoría de estos muchachos sueña con firmar al profesional y llegar a las grandes ligas. El camino para ser un futuro David Ortiz, Andrés Galarraga o Miguel Cabrera como todo en la vida tiene sacrificios, pero a veces, en el camino, personas inescrupulosas utilizan vías irregulares para saltarse las reglas sin importar el precio a pagar.
Entrando al sistema
Recordemos que Major League Baseball tiene básicamente dos sistemas de firmas de talentos. El draft colegial y universitario que abarca peloteros de los Estados Unidos, Canadá y México, y por otra parte, el mercado de agentes libres internacionales. Aquí se incluyen a todos los peloteros fuera de esos países y con ciertas normativas en cuanto a la edad y la elegibilidad.
Por otra parte, MLB ha ido modificando sus normativas en cuanto a la evaluación del talento. Hace apenas algunos años, las organizaciones tenían prohibiciones de evaluar talentos de menos de 13-14 años, sino que los scouts se encargaban exclusivamente de las clases cuya elegibilidad se acercare, así como por supuesto de los peloteros ya elegibles. Es decir, en 2010 por ejemplo, un reclutador podía medir las habilidades de un pelotero de la clase 2011, que es la siguiente, y de la clase 2010, puesto que ya es elegible. Básicamente, peloteros de entre 14-16 años de edad.
Cuando sea grande quiero ser pelotero
Pero el talento latino, en especial el de Venezuela y República Dominicana parece emerger a montones, por lo que los equipos han entendido que están en una carrera espacial por captar el mejor talento disponible de cada clase. Así año a año, han ido surgiendo programas de béisbol, también llamadas academias, en las que los entrenadores, también llamados buscones o agentes reclutan talento para desarrollarlo y mostrarlo a los equipos de MLB.
Estos entrenadores entienden que mientras mas temprano se incorporen los peloteritos al trabajo, mayor desarrollo van a tener, y de esta manera van a destacar entre el grupo de atletas, lo que impactaría a los scouts, y en consecuencia, llegaría un preacuerdo y/o una oferta con alguna organización de grandes ligas.
Paulatino desastre social
El asunto marcha bonito cuando usted ve una academia con las condiciones apropiadas para albergar adolescentes. Instalaciones adecuadas, hospedaje en condiciones de habitabilidad, buena alimentación, servicios médicos, estudios, educación física, uniformidad, orientación y seguimiento psicológico, y por supuesto desarrollo de béisbol.
El asunto se torna oscuro, macabro e ilícito cuando se violan las leyes, y se pone en peligro la salud y la vida humana, repito e insisto, en la mayoría de las ocasiones de niños y adolescentes.
Sorpréndeme noviembre
Noviembre trajo dos ejemplos terribles de todo lo que está mal en el negocio. Un fraude de identidad con un prospecto dominicano cuyos manejadores tenían un preacuerdo con una organización de grandes ligas por varios millones de dólares, pero resulta que el «muchachito» tiene casi cinco años más de lo que dicen sus documentos. Eso quiere decir que ese pelotero estuvo compitiendo, incluso vistiendo la camiseta de la selección nacional quisqueyana con 17 años de edad, jugando con otros de 11-12 años.
¿A quién le vamos a echar la culpa? En primer lugar sus manejadores y sus padres deben asumir responsabilidades porque el tema es que se han cometido varios delitos entre ellos o bien falsificación de documentos, y/o usurpación de identidad. Muchos dirán que el muchacho no tiene la culpa, y que el desespero por salir de la pobreza los lleva a hacer hasta lo imposible, pero la verdad es que es injusto, peligroso y una práctica desleal en el negocio, del que todos saben, pero nadie hace nada.
El caso más reciente fue el de otro jovencito aspirante a pelotero profesional, también quisqueyano, quien perdió la vida recientemente producto de complicaciones de salud tras serle inyectado medicamentos de uso animal, específicamente boldenona, un medicamento para uso en caballos.
¿Nos estamos dando cuenta de la magnitud del asunto? Alguien tiene que intervenir, tomar acciones contundentes que permitan detener a este negocio que va sin freno.
Así que en este caso, ese muchachito fallecido pasó por diferentes manos de entrenadores, en los que se involucraron prestamistas y otros elementos. Todo eso debe ser investigado y condenar a todos los que participaron en la nefasta idea de inyectarle esteroides de uso animal (boldenona) que le terminó quitando la vida
Corresponde a las autoridades realizar las investigaciones de rigor, hay que evaluar bien el asunto, y simplemente que caigan los que deban caer en manos de la justicia. Recuerden que en un proceso judicial, se debe garantizar el derecho a la defensa, y muchos en el camino dirán que no sabían nada, por ello debe investigarse bien, es asunto de voluntad. Lo que no debemos olvidar es que la ignorancia de la Ley no es excusa de su cumplimiento.
Pinchos y fraudes que traspasan fronteras
República Dominicana encabeza estos casos de fraude, es lamentable, pero Venezuela también tiene casos de cambios de identidad, alteraciones de edad y uso de esteroides. No es una competencia, todo lo contrario, es una cultura de la trampa que debe ser erradicada por completo, pero para que eso suceda deben existir sanciones verdaderas.
Los peloteros latinos, cuando son niños y comienzan a levantar alguna polvareda de talento, son avistados por los buscones como águilas a sus presas, son como huevos de oro a los que hay que cuidar y preparar, para luego mostrarlos a los equipos de MLB y buscar un jugoso contrato. Muchos entrenadores de pequeños programas coinciden en que grandes academias se llevan el botín completo, con grandes firmas y las academias pequeñas no firman a nadie porque los equipos se quedan sin presupuesto.
Hace algunos años, se creó el MLB Trainer Partnership Program en el que de alguna manera se le daba el visto bueno a ciertas academias que Las Mayores consideraba como aliadas, o como que cumplían con todos los recaudos de una empresa organizada. Poco después (en plena pandemia) el gobierno venezolano intentó regular a las academias y agentes, pero todo eso ha parecido en vano para frenar los abusos contra los niños y adolescentes, me quedo con una frase que dijo un scout «MLB va a perseguir el talento en manos de quien esté».
No importa si una academia grande tiene un pelotero, o si un pelotero es entrenado por un desconocido en una plaza de un pueblo, sí el muchacho gusta, lo van a evaluar y sí tiene el talento, lo van a firmar.
Pero esa falta de controles reales son los que hacen que los peloteros sean tratados como verdadera mercancía. Tal como en un mercado de las pulgas, entre entrenadores y agentes se venden los peloteros. Es más común de lo que ustedes piensan.
Se vende
No me lo están contando, yo lo vi y lo viví, en Venezuela, en Maracay y en la isla de Margarita suceden estas cosas, al igual que en el resto del país.
Un entrenador quien dirige un pequeño programa en el estado Aragua, cuenta «En estos días me trajeron a un pelotero, el que lo tiene (buscón o preparador) quiere dos mil dólares, pero no me gustó».
Las academias más grandes suelen recibir a otros entrenadores quienes llegan de diferentes partes del país ofreciendo sus peloteros. Un preparador en la isla de Margarita, vendía algunos peloteros a academias grandes en la isla. «Prefiero llevárselos y ellos me dan algo, sino, igual van y hablan con los padres y terminan llevándose los peloteros y uno no recibe nada».
Recuerdo el caso del entonces prospecto mirandino Mark Malavé. Ese muchacho fue descubierto por Luis García, un ex pelotero de ligas menores dedicado a la preparación de peloteros. García tenía un pequeño programa en Maracay, limitado económicamente. El padre de Malavé en primera instancia decidió que su hijo iría con García, pero luego, entró en el juego la entonces famosa academia de Ciro Barrios. El papá de Mark insistía en que su hijo fuera entrenado por Ciro. García y Ciro debieron negociar, incluso trabajar juntos para lograr la firma de seis cifras que a posteriori recibió Malavé.
Yo no se mañana
Lo preocupante del tema es que los peloteros latinos están dejando la escuela y el hogar a edades cada vez mas tempranas para integrarse al mundo del béisbol. Ya es sabido que apenas un puñado de atletas lograrán la firma al profesional. El resto, a los 16-17 años son considerados «viejos». Eso supone dejar la pelota, y sin la continuidad académica, el futuro luce complicado. Salir al mercado de los adultos, de la vida sin las herramientas necesarias pasa factura en el mediano plazo.
República Dominicana y Venezuela tienen que entender que tienen el talento, pero a la vez deben montarse en corregir las irregularidades. Dejen a los muchachos desarrollarse tranquilos. En los Estados Unidos, los muchachos van a su colegio, y pasan por su draft. ¿Acaso el draft internacional va a detener por completo el tramposo sistema de búsqueda de firmas en nuestros países?
Estoy convencido que la mayoría de las academias hacen las cosas de la manera correcta, respetando a sus peloteros y colegas. ¿Por Qué permitir que unos pocos empañen el negocio?
El millonario negocio del béisbol tiene las manos ensangrentadas por culpa de algunos delincuentes.