Manager A.J. Hinch venció al equipo con el que se coronó en la Serie Mundial de 2017
Los Tigres de Detroit lograron su pase a la serie divisional de la liga americana tras derrotar a los Astros de Houston 5×2 en el segundo juego de la serie de comodines. Pero Detroit no solo ganó sino que barrió a los Astros y los limitó apenas a tres carreras en 18 innings. ¿Cómo lo hicieron? Con un ingrediente que poco puede verse en estos días. Esa química del trabajo en equipo, jugando pelota dura.
Un scout de grandesligas decía previo al juego 2 «Tenía años que no veía a un equipo jugando como ellos, ayer en la práctica, estaban corriendo las bases, algo que no se suele entrenar actualmente nisiquiera en ligas menores, son fundamentos», acotó.
Y es que Detroit tiene al veterano A.J. Hinch como su timonel, no solo es un zorro viejo, sino que conoce muy bien a su rival. Pero adicionalmente utilizó su picheo de manera híbrida y en ambas ocasiones el objetivo fue el mismo: dominio de los bates rivales.
En el juego 1, el triple coronado Skubal maniató a Houston, mientras que en el juego 2, el de la barrida, fue un encuentro de openers, es decir utilizó a sus relevistas para contener a los Astros, y la jugada le salió.
El score se mantuvo inalterado hasta el sexto inning cuando Detroit abrió la pizarra con jonrón solitario de Parker Meadows ante Hunter Brown, pero un inning más tarde en una jugada de fielders choice de Jon Singleton, los Astros empataron el juego. El carreraje estaba escaso hasta que un elevado de sacrificio de José Altuve trajo al plato a Mauricio Dubón en una jugada cerrada pero que terminó dando ventaja a los locales.
En la alta del octavo, un wild pitch de Ryan Preslly permitió la carrera del empate en las piernas de Kerry Carpenter. Acto seguido Andy Ibáñez conectó doble que trajo tres para la goma sentenciando el compromiso.
Los Astros no pudieron explotar la acostumbrada ofensiva, todo lo contrario, apenas 3 carreras en 18 innings habla de la falta de producción en sus maderos. «El deporte a veces es cruel» dijo el hondureño Mauricio Dubón tras finalizar el juego.
En la otra acera, los Tigres celebraban su clasificación con champan y cerveza. El manager A.J. Hinch dijo «No se quien, pero alguien dejó que los Tigres se calentaran».
Vaya que aprovecharon las oportunidades.