Vigésimo séptimo pelotero miembro del pabellón de los inmortales de la franquicia
Elvis Andrus, era todavía menor de edad cuando llegó a la organización de los Rangers de Texas vía canje desde los Bravos de Atlanta. Texas sabía lo que hacía con el movimiento que trajo a la ciudad de Arlington al jovencito de 19 años. Su talento le permitió acelerar el paso por las ligas menores y en 2009, a la edad de 20 años se convirtió en grandeliga.
Fue el manager Ron Washington quien le dio la oportunidad de debutar en Las Mayores, pero Elvis no era un extraño para la organización de los Rangers. Antes de firmar con Atlanta, estuvo a punto de firmar con Texas. Elvis no olvida aquellos años en los que buscaba un contrato al profesional, y los Rangers no desaprovecharon la oportunidad.
«Yo estuve a punto de firmar con los Rangers a los 16 años de edad, por varias razones esa firma no se dio, pero yo conocía muy bien a la organización, gerentes, coaches, peloteros, casi firmo con ellos. La vida me puso nuevamente aquí y hoy después de todos estos años aquí sigo». Dijo tras la ceremonia que lo convirtió en el vigésimo séptimo miembro del Salón de la Fama de los Texas Rangers.
En su temporada de estreno, finalizó segundo para el premio Novato del Año, era apenas una muestra de la carrera que tendría en las grandes ligas.
Entre caballos
El otrora parador en corto inició mas juegos en una posición que cualquier otro jugador en la historia de la franquicia, fueron en total 1628 en su paso de 12 temporadas con el club entre 2009 y 2020. Es además el máximo robador del equipo con 305 almohadillas estafadas.
Sus números ofensivos lo colocan en el top entre jugadores de la organización, segundo en imparables (1743), triples, (48), anotadas (893) y quinto en dobles con 303.
Dos participaciones en juegos de estrellas en 2010 y 2012, así como otras hazañas ofensivas en postmeporada le permitieron obtener un lugar entre las leyendas que han sido parte del equipo.
Grande entre los grandes
La ceremonia contó con la presencia de varios expeloteros del club entre ellos los inmortales de Cooperstown Iván Rodríguez y Adrián Beltré. También estuvo su madre, hermanos, esposa e hijos. El equipo presentó un video con grandes momentos del venezolano y la salutación de otros tantos colegas entre los que figuraron Ian Kinsler, Robinson Chirinos y el mismo Ron Washington.
«Elvis es uno de los mejores compañeros de equipo con los que me tocó jugar», dijo el dominicano Adrián Beltré, un miembro de Cooperstown. Apenas unos segundos antes, y mientras Andrus hacía su entrada en medio del silencio, un fanático sentado cerca de la primera base gritó «We love Elvis» (Te amamos Elvis), acto seguido, la ovación de los asistentes se hizo presente.
«Quiero agradecer a mi familia, a los dueños, a mis compañeros y en especial a los fans. Este equipo me abrió las puertas, pero esta ciudad me dio su cariño y eso vale mas que cualquier cosa». Agregó.
«No me esperaba que este momento llegara tan pronto, como le dije a (Adrián) Beltré ‘hasta que no lo vea no lo crea’ y hoy ha sucedido. Yo no jugué pelota para ganar premios ni ser exaltado, jugué para ser feliz y hacer feliz a mi entorno. Esto es extra, una bendición».
El factor adaptación
A pesar de llegar a las grandes ligas, siendo menor de edad en los Estados Unidos, Andrus aprendió los elementos necesarios para lograr el éxito, no solo como pelotero, sino esos que se requieren para ser exitoso en la vida. «Llegué muy joven aquí, y hay que adaptarse a la cultura de los Estados Unidos, aprender a comportarte aquí. Una cosa en común es que todos tenemos talento, pero a veces lo que te lleva a las grandes ligas no es tu talento sino lo que haces fuera del terreno».
Andrus no comenzó su carrera con los Rangers y tampoco su última temporada como pelotero activo fue con el club. Pero algo tuvo que haber hecho bien para regresar a casa. Hoy es embajador del equipo, lleva mensajes a las comunidades y es analista en inglés para las transmisiones de béisbol. Tiene el respeto de sus compañeros y el de la afición que lo vio durante más de una década.
«Para mantenerme en el negocio, me enfoqué en disfrutar el juego, en hacer las cosas cada día y no preocuparme tanto por el mañana. Se trata de llegar aquí y mantenerte el mayor tiempo posible».
Foto: Texas Rangers.