Juventud divino tesoro. Ser joven es bastante ganancia para la vida. A pesar de estar en una edad en la que falta experiencia, se tiene la dicha de gozar a plenitud de tantas facultades y sobre todo de aprovecharlas al máximo. El caso de Ethan Salas no escapa de tales beneficios propios de la juventud sino que además cuenta con el beneficio de ser un pelotero que alcanzó un bono millonario con tan solo 16 años de edad.
Salas firmó al profesional con los Padres de San Diego en enero de 2023 por un bono de 5.6 millones de dólares. Un catcher con grandes herramientas para jugar pelota. Ayer conectó su primer imparable en spring training y fue toda una sensación a través de las plataformas de MLB y las grandes cadenas televisivas especializadas en deportes. Recuerden que ese muchacho tiene 17 años y apenas ha jugado doble A como máxima categoría.

Rápido ascenso
Pero eso de «apenas ha jugado doble A» no es tan simple como parece. Salas comenzó en la categoría clase A «baja» con el Lake Elsinore en la liga de California. Tras 49 juegos fue promovido a la clase A fuerte con el Fort Wayne de la Midwest League en donde tras 9 juegos pasó a la categoría doble A con el San Antonio.
Todavía no he tenido la oportunidad de ver a Salas jugar ni entrenar, pero lo que he visto a través de videos, muestras un gran talento. La defensa es prometedora, un brazo potente, pero joven, evidentemente necesita mejorar detalles propios del juego, pero verlo en las prácticas de bateo es simplemente un show, parece que ese carajito hubiera bateado en una vida anterior. ¡Que suavidad de swing y que fuerza!
Como todo pelotero joven, Salas necesita desarrollarse, recuerden que aun siendo el mas talentoso de su clase, tiene rivales con hambre de juego a quienes poco les importa por cuanto fue el bono. La premisa de el bono no hace al pelotero» hay que tenerla siempre presente, aunque Salas parece destinado a la grandeza.
Sin importar el rival, ni las estadísticas
Cuando Ethan Salas va al plato, el lanzador rival posiblemente sabe que es un cotizado prospecto de 5.6 millones de dólares, pero sí el lanzador se enfoca en eso, la batalla mental tiene ventaja para el bateador. Imaginen un pitcher firmado por 10 mil dólares que se ponga a pensar que enfrentar al prospecto top de 2023 y este pueda darle un jonrón. No hay que pensar en eso, la diferencia monetaria es una cosa, y la rivalidad es otra. Hay que jugar pelota y más nada.
Salas pudo batear en todas las categorías, pero definitivamente experimentó la subida de nivel a medida que fue enfrentando lanzadores mas desarrollados. En clase A baja o suave, donde disputó la mayoría de juegos el año pasado, conectó 9 jonrones, superó los 50 hits, 13 extrabases, 35 empujadas 24 boletos y 57 ponches. Su OPS en ese periodo .837.
En su primera prueba los números indican que pudo golpear a los rivales, pero en las siguientes dos categorías, jugó 9 compromisos en cada una A+ y AA, pero en ninguna pudo coectar cuadrangulares, y del .267 de promedio al bate que mostró en Lake Elsinore, descendió a .200 en Fort Wayne y a .179 en San Antonio.
Como quiera, fueron 9 juegos en cada una de esas ligas, no estuvo el tiempo suficiente como para demostras algún tipo de ajuste.
El presente es lo verdaderamente importante
Es la clave de la vida, ocuparse del presente es lo que nos mueve, lo verdaderamente importante. El pasado ya ocurrió, Salas fue visto por los scouts como un talentoso pelotero, ahora toca enfocarse en jugar y desarrollar su talento de cara al futuro. No tiene sentido quedarse atascado en el pasado ni tampoco ponerse a pensar demasiado en el futuro. hoy disfruta la experiencia del spring training en donde está jugando y aprendiendo de sus colegas y entrenadores.
Salas tuvo una pasantía muy breve por el béisbol venezolano en donde jugó un compromiso con las Águilas del Zulia en la 2022-23. Es posible que los Padres de San Diego lo envíen a Clase A+ o AA para continuar con su desarrollo. Es un atleta que va a ir creciendo en su juego a medida que vaya viendo innings, agarrando turnos y viendo juego de buen nivel. Después de todo, Ethan Salas representa el futuro de una camada de receptores venezolanos que prometen apoderarse del show en MLB.

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