Los Medias Blancas de Chicago y los Astros de Houston realizaron un canje este miércoles en el que enviaron al jardinero Corey Julks a la ciudad de los vientos, a cambio del lanzador derecho Luis Rodríguez.
Julks, un veloz y versatil outfielder ya tuvo experiencias previas en grandes ligas bajo el mando de Dusty Baker en Houston, sin embargo, estaba en triple A y con poco chance de jugar en el club sideral.
Naguará
Rodríguez es un caso aun más interesante. El larense de 20 años de edad no ha pasado de la categoría de novatos y tiene apenas 17 juegos como pelotero profesional. Firmado por los Medias Blancas en 2023 por un bono de 10 mil dólares, es de esos peloteros que muchos en el negocio suelen llamar «viejos» cuando realmente son jóvenes que tan solo firman fuera del año de elegibilidad.
Pero, ¿Qué vieron los Astros de Houston en Rodríguez? Los campeones de 2022 han construido un equipo cuyo picheo ha estado compitiendo al máximo nivel y rindiendo frutos durante los últimos años. A excepción del millonario y veterano Justin Verlander, la base de lanzadores está compuesta de varios latinos que han dado frutos a bajo costo.
Framber Valdez, Ronel Blanco, Cristian Javier, José Urquidy y Luis García son parte de ese scouteo de peloteros internacionales que han dado grandes resultados por poco dinero invertido. Ya sabrán ustedes que los bonos recibidos en su mayoría han rondado entre los 10 y 20 mil dólares.
Es decir, eso le ha funcionado a Houston, quienes han podido sacar provecho de esos lanzadores que como les dije, les suelen llamar viejos, pero que resulta que están enteros.
Alegre despertar
Rodríguez estaba en Arizona, jugando en la Arizona Complex League mientras se produjo la transacción. Le dijo a Pelota Brava que estaba durmiendo cuando una llamada lo despertó. Era Grant Flick, de la oficina de desarrollo de peloteros internacionales quien trajo la buena nueva.
«No me lo esperaba», asegura entre risas. «me siento contento y emocionado, estoy agradecido co Houston por darme esta oportunidad».
«Es un honor, se que Julks es pelotero de grandeligas, tengo un gran compromiso y una responsabilidad mayor» dijo Rodríguez.
Un cambio de mentalidad y de academia.
Luis tuvo un camino difícil para llegar a la pelota profesional. Tras años intentando firmar como infielder, trabajó con academias reconocidas en el estado Lara y por supuesto en Venezuela. Entre ellas la de José Luis Montero, la de César y Maicer Izturiz y la de Andrés Eloy Blanco. Pero la ansiada firma no se daba.
Tras ser «dejado libre» por estas academias, una nueva oportunidad surgió con la Academia Atletas Élite, manejada por Gaudio Godoy, Julio Castro y Rafael Vasquez, quienes sugirieron realizar la transición hacia el montículo.
«Fue un proceso muy difícil, adaptarme a una nueva posición, y desarrollar una visión diferente del juego». Agregó.
Insiste que la clave fue mantenerse enfocado en el objetivo. Tiene una frase favorita, «Pierde el que se rinde», en eso basó su trabajo para lograr la atención de los scouts.
Medallo
La ciudad de Medellín en Colombia se ha convertido en un escenario ideal para que las academias muestren su talento disponible a las organizaciones de Major League Baseball. Precisamente en la urbe colombiana, Rodríguez captó el talento de los Medias Blancas de Chicago.
Tras concretar la firma y preparar la documentación respectiva viajó a República Dominicana para su primera temporada como un White Sox en donde disputó la Dominican Summer League.
Nuevo astro.
En 2024, tiene apenas dos presentaciones, ahora con nuevo uniforme fue asignado a la Florida Complex League de los Astros en la categoría de novatos.
En la Liga Venezolana de Béisbol Profesional pertenece a los Tiburones de La Guaira.
Varios de sus compañeros postearon mensajes de felicitación y agradecimiento del tiempo compartido como miembro de los White Sox.
A partir de hoy, es un astro.