Apenas hace unos días, la LVBP presentaba el Juego de Estrellas, en el estrado sentaron a Ronald Acuña Jr. como un embajador de la pelota venezolana
El pasado lunes, el lanzador de los Navegantes del Magallanes Nivaldo Rodríguez hizo públicos unos mensajes en los que era amenzado supuestamente por Ronald Acuña padre. Los mensajes contenidos en unas notas de voz a traves de la mensajería directa de una red social se hicieron virales de inmediato, pues Rodríguez decidió hacer públicas las amenazas. Según dichos audios, el victimario amenaza al lanzador del Magallanes y a otros peloteros. Lo que sabemos es que en el juego, las bancas se vaciaron por un intercambio de palabras entre Maikel García y Nivaldo Rodríguez. Pero el asunto se trasladó más allá del diamante, del estadio e incluso de los protagonistas, al punto que, terceros -como sería el caso del agresor- no pertenecen a equipo alguno de la pelota venezolana.
Rodríguez comentaba vía RRSS que los asuntos del terreno entre peloteros deben ser dirimidos por esa misma vía, y agregó en su mensaje que hacía responsable a Ronald Acuña padre si algo le ocurría. Es decir, Nivaldo sí acusó a una persona perfectamente determinada como lo es el padre de la super estrella de los Bravos de Atlanta. Este martes los Navegantes del Magallanes dieron un espaldarazo a Rodríguez y a todos sus compañeros a través de un comunicado en el que rechazan y condenan todo acto de amenazas para con sus empleados.
Posteriormente la Liga Venezolana de Béisbol Profesional hizo lo propio. Un pronunciamiento en el que rechazan las amenazas, hacen un llamado a la calma y apuestan a la reconciliación y a la no injerencia de terceros en el desarrollo del espectáculo. Sin embargo tanto el Magallanes como la LVBP han sido bien cautelosos con sus escritos. A muchos le puede parecer blandengue pero hicieron lo correcto.
No se puede emitir responsabilidad alguna antes de realizar la respectiva investigación. Es decir, la liga no puede de buenas a primeras culpar a Ronald Acuña padre sin tener la certeza de transitar los canales regulares. Antes de que me caigan encima algunos, les comento que existe algo llamado el debido proceso. Para aplicar alguna sanción, el deber ser indica que deben agotarse las vías regulares. Investigar, recopilar información y posteriormente aplicar sanciones, correctivos, o incluso como dice la liga, conciliación.
No es verdad que mañana la LVBP le va a prohibir la entrada al padre de Acuña a un estadio, es más, difícilmente pueda hacerlo Magallanes, aunque pensándolo bien, es una posibilidad si quieren jugar al desgaste mental y emocional del rival. Ya hay antecedentes en los que el progenitor Acuña tuvo palabras con colegas periodistas, con otros peloteros y con aficionados. El asunto es delicado y hay que encontrar la manera de darle tratamiento por el bien del espectáculo que al fin y al cabo es lo más importante.
Apenas hace unos días, la LVBP presentaba el Juego de Estrellas, en el estrado sentaron a Ronald Acuña como un embajador de la pelota venezolana. Esa gran imagen debe cuidarse, los entornos familiares y de amistades juegan un papel importante en el asunto. El hogar, la escuela y luego, el discernimiento son las bases de una vida caracterizada por la probidad.
No está bien que la imagen de la liga, el MVP de la Liga Nacional esté envuelto en semejante situación. Es inaceptable.
Este miércoles se miden nuevamente Tiburones y Navegantes en Valencia. ¿Se aplicarán los códigos no escritos del béisbol? ¿Jugarán Ronald Acuña y Maikel García? Recuerden que la paz es la principal herramienta para dirimir conflictos, pero los peloteros no suelen coger esa. El asunto va mas allá de cobrar un jonrón o un perreo, se trata de que las cosas no lleguen a eso, y menos de que terceros se involucren en asuntos del diamante.
Veremos sí la liga indica a los árbitros que vayan con warning desde el primer picheo, y si previo al juego alguna reunión entre directivos se lleva a cabo. La liga ha insistido en eso de la conciliación y me parece un gran acierto. Poner las herramientas y hacerles comprender a los protagonistas de que va el asunto.
Estoy convencido que muchos al igual que yo, queremos saber de Acuña hijo por sus jonrones, por sus batazos, sus robos, en fin por su talento. Solo por eso. Su manejo y su futuro, está en sus manos. Escuchar es una virtud.
Por cierto, mañana se estrena Ozzie Guillén como manager de Tiburones de La Guaira, ante el también recién nombrado timonel del Magallanes, Ramón Hernández.