Dicen que la primavera trae consigo nuevas oportunidades, muchos jugadores invitados a los campos de entrenamiento muestran su mejor desempeño con miras a ganarse un puesto en el roster inaugural.
Jesús Linares @jesuslinares23
Una gran pretemporada no necesariamente indique que vas a tener una exitosa campaña de grandes ligas. Los entrenamientos primaverales buscan poner a tono a los jugadores, afinar estrategias, detalles del juego, apretar aquí y allá; pero realmente durante el calendario de 162 partidos puede ocurrir cualquier cosa. Los peloteros se afanan en colocar buenos números en Spring Trainning de la manera que sea, es el momento de mostrarse ante el manager y el cuerpo técnico. Hay quienes tienen su «puesto fijo» como titulares de alguna posición, otros pelean un puesto pero con ciertas garantías de permanecer arriba, algunos otros ya saben que irán a ligas menores, son prospectos a quienes quieren ver codeándose junto a los bigleaguers y finalmente están los invitados: estos son los que más trabajo tienen por delante.
Desde hace varios años, Major League Baseball entendió que los entreneamientos primaverales son mucho más que eso, es más complejo, no es solo ir a la Florida o Arizona huyendo del frío de febrero y hacer ejercicios. Los tiempos han cambiado y todo se ha vuelto un negocio muy lucrativo. El mercadeo de MLB no es malo, derechos televisivos, sponsors y souvenirs. Entre el cactus y la toronja también danzan los millones de dólares. El año pasado la novedad era la incorporación de Manny Machado a los Padres de San Diego. Este año, el tema de los Astros de Houston acapara mucha pero mucha presencia mediática. En fin, hay mucho material para los medios de comunicación y para los aficionados.
Por su parte, los protagonistas quieren impresionar con sus actuaciones en los campos de entrenamiento, los peloteros siempre quieren hacer su show, para eso les pagan, pero los números de pretemporada no importan tanto como muchos creen. Sí Gleyber Torres tuviera un mal spring trainning en nada le afectaría en su juego de día a día durante la gran temporada de 2020, lo mismo con José Altuve a pesar del trabajo mental que adicionalmente le corresponderá, por razones obvias.
El opening day es borrón y cuenta nueva, para los amantes de los números allí es donde verdaderamente todo comienza, justo esta premisa es evidencia de que los numeritos no lo son todo. Una pretemporada mala no es presagio de una mala campaña. No es verdad. A veces ud se preguntará porque invitaron al ST a tal o cual pelotero que a su parecer no tiene las herramientas para ni siquiera estar ahí. Son variadas las razones, una de ellas es que los scouts y gerentes meten a su gente, otra, que buscan un pelotero que tal vez pueda ser subido en algún momento de la temporada, peloteros veteranos que la organización quiera verlos en primavera.
No se asuste si su equipo o pelotero favorito comienza mal, más bien preocúpese si comienza bien. Los Marlins comenzaron los fogueos de esta pretemporada con record de 5-0, pero tuvieron una pésima campaña en 2019 con 105 derrotas y poco más de 50 triunfos. En primavera hasta se permite que los juegos queden empatados. Relájese y deje que comience la temporada regular. Una cosa no tiene que ver con la otra.