La pandemia trajo consigo un duro golpe a la economía, vimos cómo las acciones en el mercado cayeron y cómo industrias enteras se desplomaron producto de una dura crisis de salud y humanitaria. El deporte no fue la excepción, los clubes con años de tradición y solidez económica se enfrentaron a la dura situación de tener que solicitar a sus jugadores rebajas salariales, los ingresos por boletería se vinieron abajo por las restricciones de espacio y con ello vinieron meses duros para miles de equipos y ligas.
Una respuesta ante esta crisis fue la muy polémica Super Liga Europea, donde los más grandes de Europa se reunirán en una Liga de 20 equipos (inicialmente 12 equipos) que se dividirá en dos grupos de 10 equipos y jugarán a ida y vuelta y luego pasarían a una etapa de playoffs, al más puro estilo de un torneo americano, la famosa y abortada Super Liga traería consigo enormes ingresos para los equipos participantes.
Según diversos informes la Super Liga, prometía a los equipos miembros 320 millones de euros por su participación y según informes cada uno de los equipos que lo disputarán recibirian más de 400 millones de euros, ya que anualmente estarían haciéndose acreedores de 213 millones de euros, por lo que las cifras eran sumamente atractivas. ¿La fuente de financiamiento? Pues inicialmente JP Morgan, el banco estadounidense había ofrecido 5 mil millones de dólares únicamente por su formación y cada club depositaria 150 millones de euros.
La principal «crítica», si así podemos llamarlo, es que la superliga se basaba en un sistema cerrado donde participaban los «ricos y millonarios del fútbol» ya que su modo de clasificarse era invirtiendo en la Super Liga y no por medio de un sistema de competición. Es por esta razón que la FIFA y UEFA rechazaron su creación desde un inicio, además de que esta competencia amenazaba con la continuidad de la UEFA Champions League, esto traería consigo la negativa de diversos clubes, asociaciones y clubes.
Fue tanto el impacto de la Super Liga, un intento breve y caótico de cambiar el fútbol europeo y donde por primera vez el Barcelona y el Real Madrid, dejaron de ser rivales y se unieron en busca de sus beneficios económicos, que los mandamás de Francia y Reino Unido (Macron y Johnson), se opusieron fuertemente ante el proyecto y alzaron su voz en negativa hacia el mismo, mientras los aficionados mostraron su rechazo en las calles.
Para prever que no se volviera a suscitar un hecho similar y con el objetivo de desarticular cualquier otro intento relacionado con la Super Liga, tanto la FIFA como la UEFA, anunciaron una serie de sanciones que se convertirían en el arca voce del proyecto y resultaría en el retiro de los clubes participantes y donde quedaron como únicos sobrevivientes el Barcelona, Real Madrid y Juventus.
Al final del día ambas posiciones pueden ser juzgadas, ya que hay un tanto de realidad en la idea de la Super Liga y es que al final los equipos miembros, son los que llaman la atención de la gran mayoría de aficionados que año con año se decantan por ver un partido de la Champions.
Los clubes más grandes pelean por una tajada mayor en la repartición de estos ingresos televisivos y patrocinios y desde otro punto el eliminar una clasificación en base a méritos, es dañino para todos y ante esta crítica en específico la mente maestra tras todo el plan Don Florentino Perez, dijo que en un inicio si sería una competencia cerrada, pero que posteriormente se abrieron 5 puestos que serán de ascenso y descenso a la Super Liga.
Finalmente y tras amenazas y castigos, los clubes se retirarían y la UEFA anunció un nuevo formato de competición, más amplio y explorando ciertas pinceladas similares a las que la Super Liga planteaba, con más clubes y más encuentros. El ruido que es capaz de generar el fútbol es algo sin igual, que naciones completas se paren por el impacto que pueda llegar a tener, es algo simplemente sorprendente, lo cierto es que este ruido trajo consigo aires de cambio.
Recientemente se conoció de acuerdo a un reporte de la revista Marca que la Superliga sigue a la espera de la decisión de la justicia europea, y que sigue avanzando en torno a su ejecución a través del patrocinante A22 Sports Management quien a su vez ha contratado a Bernd Reichard como director general, quien ejercerá funciones de CEO.
Foto: Cortesía
Por: David Murillo. @Daless3z