El dominicano se perfila como el campocorto por varios años
El reciente pacto del boricua Carlos Correa y los Gigantes de San Francisco por 13 años y 350 millones de dólares se convirtió en la transacción más alta para un torpedero en la historia de las mayores, una decisión de la oficina de no ofrecer un contrato grande a Correa les permitió a los Astros ejecutar un plan que ha salido a la perfección.
Houston iniciará su segunda temporada sin el estelar campocorto, con quien alguna vez ganaron la serie mundial (2017), trabajaron en un plan y ahora, se despejaron las dudas y se aclaró el camino con el nacimiento de una nueva estrella que se encargará de las paradas cortas del Minute Maid Park por unos cuantos años.

Sabias decisiones
Pasaron dos temporadas para que Correa obtuviera lo que quería: un contrato multinanual y con un buen billete. Lo logró. Previo al inicio de la temporada 2022, pactó con los Minnesota Twins tres años y 150 millones de dólares, en cuyas cláusulas existían unas letras pequeñas que le permitían al jugador salirse del contrato y así lo hizo.
Tras finalizar la temporada de 2022, Correa decidió cortar el vínculo con los Twins, mientras todo eso ocurría, otro shortstop de los Astros, que apenas gana el salario mínimo se robaba toda la atención, no solo de la liga americana, sino de las grandes ligas.
Novato pero caballo
Peña se coronó campeón con los Astros, el ex equipo de Correa y por si fuera poco conquistó el guante de oro. La guinda al pastel fue el premio al jugador más valioso de la serie mundial.
Una temporada de ensueño para el joven dominicano que tuvo el reto de llenar la vacante dejada por Correa precisamente por no llegar a un acuerdo económico con los Astros.
Las pretensiones de Correa eran claras. Contrato multianual y mucho dinero. Desde la oficina de Houston eso nunca fue una opción, de hecho ni Altuve, ni McCullers, ni Álvarez, han sido firmas exorbitantes ni con plazos exagerados. Representa una forma de trabajo, una filosofía del manejo del negocio y les ha funcionado.
Un gran primer año
«Es joven y tiene mucho por aprender, todos los días sale temprano a trabajar en su defensa y en su bateo» resaltaba el coach Omar López quien diariamente realizaba drills defensivos con el joven infielder.
«Un atleta que busca la perfección, siempre quiere dar lo mejor, ese es Jeremy». Apuntó López.
Peña finalizó la temporada 2022 con promedio de .253, 22 jonromes, 63 carreras empujadas y un OPS+ de 101. También obtuvo el guante de oro en la liga americana, convirtiéndose en el primer campocorto novato que consigue el premio.
Quizás el UZR negativo (-6.3) no sea el mejor número, de hecho su porcentaje de fildeo de .963 estuvo por debajo del promedio de la liga (.972), pero fue el primer jugador de los Astros que obtiene un guante de oro en su temporada de novato.
El futuro
¿Podrá Peña calzar los zapatos de uno de los mejores shortstop del negocio? La clave es no pensar en quien ya no está, «salir a hacer mi trabajo, yo soy Jeremy Peña» dijo el jugador de 24 años.
Tras una temporada con el camino libre y la entera confianza de sus jefes, Peña llegará en 2023 con la tranquilidad de que tiene una posición asegurada.
La madurez y las mejorías vendrán con el juego diario. Afrontará su segunda temporada con un anillo de campeón, un guante de oro en su colección y sobre todo con mucha más madurez. Lo mejor para Astros, controlable hasta 2028.
En Houston confían en Jeremy Peña.
Foto: Cortesía
Por: Jesús Linares @jesuslinares23

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