En 2018 tuvo una breve pasantía por las grandes ligas con los Angelinos de Anaheim
Lo que para muchos puede parecer sorpresivo, para el triple coronado de la temporada 2023-2024 de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional no se trata de mera casualidad. Osmer Morales llegó a Bravos de Margarita a encabezar una rotación y guiar al club a su primera participación en un todos contra todos en casi un lustro. No es fácil dominar departamentos de picheo en una liga donde la ofensiva no suele respetar a los lanzadores.
Morales, nativo de Villa de Cura estado Aragua, dominó las victorias con record de 7-0, efectividad de 2.26 y 51 ponches, por supuesto tuvo apoyo de una gran ofensiva como la de Margarita cuyos bates han causado mucho daño en esta temporada.
Lo que a muchos les sorprendió de Morales, fue digamos similar a lo que pasó en 2028 cuando los Angelinos de Anaheim lo subieron a las grandes ligas. En aquel entonces, el aragueño estaba en triple A, con efectividad por encima de los seis puntos. Una tarde de agosto recibió el llamado. Los Angelinos no pasaban por un buen momento, el picheo estaba dando muchos problemas y Morales hizo su estreno. Muchos catalogaron el ascenso como una sorpresa, pero Morales nunca dejó de trabajar enfocado siempre en mejorar los resultados.
En esa presentación del 16 de agosto de 2018 recibió la bola con gente en circulación y apenas enfrentó dos bateadores en las mayores, casualmente dos compatriotas. Rougned Odor quien le dio sencillo remolcador y Elvis Andrus a quien dominó con linea a la derecha para terminar la entrada. En el turno de Andrus lanzó un wild pitch en cuya jugada anotó el también venezolano Robinson Chirinos.
Esa fue su única aparición en grandes ligas. Hoy es un lanzador que domina la pelota invernal y su madurez lo ha convertido en el mejor pitcher de la temporada local, pero por mucho, la triple corona le ha catapultado y ha sido galardonado con el premio al Pitcher del año y el Regreso del año.
Independientemente de que pueda alzarse con el premio Jugador Más Valioso, lo que hizo Morales con Bravos de grande.
Foto: Alejandro van Schermbeek