Necesidad de organización gremial, mejores condiciones y la agencia libre son algunos de los puntos a ser considerados
Mientras en las grandes ligas, la postemporada se pone cada vez más emocionante rumbo a la Serie Mundial, en la pelota venezolana los ocho equipo se alistan para la venidera zafra 2025-26. Apenas en cuatro días inicia el torneo local y este año, llama la atención que hay voces que reclaman cambios generales ante lo injusto. Especialmente el tema de aquellos peloteros que son «ficha» o «reserva» de un equipo y que se encuentran en una encrucijada y en consecuencia son limitadas las posibilidades de trabajar.
Todos los años vamos a encontrar diferencias entre peloteros y gerencia, después de todo es un negocio y hay una relación laboral. El pelotero es un trabajador y cobra un salario por sus servicios prestados. Ya ese tema es digamos normal. El asunto por ejemplo que ventilan Cavanerio y su club es un asunto que suele suceder. No pretendo ahondar en ese tipo de situaciones porque insisto que son máx comunes de lo que pensamos a pesar que no todas se ventilen públicamente.
En ocasiones, los peloteros comienzan entrenamientos y no han firmado contrato ni han cobrado esos días de práctica. En cierto modo hay una seguridad de que la plata estará ahí, y aunque no es lo correcto, sucede. Ya hemos visto en muchas ocasiones como peloteros, coaches, miembros de circuitos radiales entre otros involucrados reclaman públicamente su dinero.
Hay que dejar fluir
El otro tema al que debe prestársele la inmediata atención es a una queja popular y tampoco nueva de la agencia libre. Varios peloteros afirman que al no ser tomados en cuenta por sus equipos en la LVBP, se quedan sin poder ver acción ya que al pertenecer a la reserva de ese club están impedidos de jugar con algún otro equipo.
Al no existir la agencia libre, el asunto se complica, porqué si el equipo no tiene interés en que seas parte del roster, o no tienen planes con el pelotero, sencillamente ese atleta ve limitadas sus aspiraciones de trabajar. Básicamente Kenneth Betancourt un pelotero ficha de Tiburones de La Guaira ha dicho que no lo dejan libre, ni lo incluyen en el roster, pero tampoco le ubican un cambio. Incluso afirma que el mismo equipo le dije que tramite su propio cambio, lo cual es una completa locura. Un pelotero no puede ni debe reunir cualidad de atleta y negociador en nombre propio, porqué representa justamente a ese equipo.
Otros dos casos recientes son el de Jesús Pirela y Ronald Acuña. El lanzador derecho pasó las mil y unas trabas en aquella novelesca situación con los Tigres de Aragua. Se radicó en México y tras el paso de varios años regresó a la LVBP.
Acuña en algún punto dijo públicamente que quería un cambio a Cardenales de Lara desde Tiburones de La Guaira, pero lograron que cambiara de opinión. Yo no se quién lo hizo, ni cómo.
A donde quiero llegar con esto es que sí Acuña no quería jugar con La Guaira y los Tiburones hubieren querido, no cambiaban a Acuña nunca y se «secaba» como dijo alguna vez un ex directivo de la pelota local. «No lo cambio y ya», dijo.
Evidentemente son ejemplos que se resolvieron en parte porqué son piezas importantes, pero qué pasa cuando el pelotero no tiene el pergamino de super estrella? Está condenado a ser reserva de un equipo con el que no tiene chance de jugar, ni de ser cambiado y menos de obtener un permiso para jugar en otras ligas del caribe.
Por eso, las propuestas de la agencia libre (implementada en Lidom), es una opción interesante, que respeta a los protagonistas como grupo. Pero también los peloteros necesitan agremiarse, seriamente, organizadamente y estructuralmente para que juntos puedan remar en la misma dirección.
Pero esa organización tiene que ser real, diligente, respetuosa y colectiva. No debe haber lugar a mezquindades ni a grupitos. Los peloteros son un brazo del negocio, pero necesitan ponerse de acuerdo a lo macro, a lo grande. Es posible que no a todos les interese el asunto. En el pasado la Asociación de Peloteros ha funcionado, en algún punto eso se rompió y no se pudo recuperar. Pero duele ver que cada cierto tiempo, un ex pelotero está pasando alguna necesidad y sale el tema a flote uno y otro vez.
Señores peloteros, ustedes mismos tienen la solución al problema en sus manos.