El deporte profesional es un negocio, toca aceptarlo
Jesús Linares @jesuslinares23
El alboroto que generó la decisión de los Angelinos de los Angeles de Anaheim de colocar en asignación al dominicano Albert Pujols, levantó polémica y revolucionó las noticias alrededor del béisbol en la que propios y extraños se pronunciaron sobre la desincorporación del astro del club californiano. Pero hay que dejar a un lado el fanatismo y evaluar varios aspectos de estas decisiones controversiales que son parte del juego, mejor dicho, del negocio.
El «despido» de Pujols, es un movimiento de Anaheim que obedece al bajo promedio y rendimiento actual de Pujos. Sí bien es cierto que con los Angelinos conectó su hit 3000, su jonrón 500 y muchos otros logros importantes en su carrera, lo cierto es que fue con los Cardenales de San Luis donde el quisqueyano brilló y dio sus mejores años, mientras que durante su estadía en la costa oeste no ha dado frutos al patrono.
El comunicado del equipo indicaba que Pujols fue puesto en asignación. Lo que quiere decir que deben computarse un plazo de 10 días para ver si hay algún equipo interesado en los servicios del slugger, caso contrario debe decidirse entre ir a las menores de los Angels o declararse agente libre.
Las relaciones entre el atleta y la oficina no eran las mejores, el tiempo de juego había disminuido y los números en descenso. Fue una decisión difícil informaron desde el equipo. Por su parte, Pujols dejó claro que planea seguir jugando siempre y cuando haya alguien interesado en sus servicios. El periodista dominicano Freddy Tapia señalaba la mañana de este viernes «el béisbol no ama ni odia, la industria es implacable, así es la vida».
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