Cosas de la vida, cosas del béisbol. El 17 de noviembre de 2022 Hernán Pérez enfrentaría por primera vez a su ex equipo, los Tigres de Aragua. Ahora uniformado de Cardenal producto de un cambio que sorprendió a todo el mundo. Un canje 3×1 en el que el utility fue a parar a Barquisimeto y en el que tres lanzadores se vistieron de tigres, le llegaba el momento de medirse ante su ex.
Pérez en su momento dijo que el cambio se debía a una especie de pase de factura por los vinculos de este con Carlos Guillén, quien encabezó varios años las operaciones en Aragua. Al asumir Víctor Zambrano la presidencia de los felinos, se decretó el fin de Hernán en los Tigres.
Recuerdo que Víctor Zambrano se atrevió a decir que Pérez no era un jugador franquicia, y que por eso podía cambiarlo -como en efecto lo hizo- sin consultarle. Lo cierto es que en Lara vieron la posibilidad de adquirir a un pelotero probado en la liga, bateador de .400 y que rinde más que las arepas con carne molida.
su actual manager Carlos Mendoza, al igual que todos en la LVBP conocen el calibre del jugador. Fue alineado en el quinto lugar y ese jueves 17 de noviembre Pérez al igual que cualquier ser humano, venía con sed de venganza.
Venganza deportiva. Pérez traía un plan, el que suelen aplicar los atletas en su día a día, prepararse, enfocarse y estar listos para el juego. Pérez no es ningún muchacho de pecho, pero ese día debía ser especial, pero a la vez es un día más. Solo debía salir a hacer lo que sabe. En Maracay suelen bromear -para no llorar- con el cambio, y dicen que Pérez es tan bueno que hasta es pitcher, esto por sus frecuentes apariciones como lanzador en las grandes ligas, en esta creciente tendencia de Players Position Pitching o jugadores de posición pichando.
En el mismo primer episodio, los Tigres se metieron en problemas. Su picheo ha sido un desastre y Cardenales aprovechó la ocasión. El abridor de los Tigres, Claudio Custodio, retiró a Ildemaro Vargas con rolin a segunda. La pizarra marcaba un out y Odúbel Herrera conectó doble al centro. Rangel Ravelo fue golpeado y Kennys Vargas recibió base por bolas. La nevera estaba full, un out en la pizarra y ¿saben quién venía a batear?
Hernán Pérez no pudo tener mejor oportunidad. Un abridor con signos tempranos de descontrol, después de un out, le conectaron doble, y llegó el descontrol: pelotazo y pasaporte. Un coctel peligroso para cualquiera que se dedique a ser lanzador. Pérez, un tipo con experiencia y que puede detectar estas situaciones, sabía que la opción menos dolorosa para Custodio y los Tigres era lanzar strikes.
Tras un primer lanzamiento fuera de la zona, la situación era similar, el tirar strikes era un deber. El siguiente picheo marcó la venganza de Hernán Pérez. Un batazo por el jardín izquierdo pasó la cerca del Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto para convertirse en jonrón. Pero no en cualquier batazo de cuatro esquinas, uno muy especial por ser con las bases llenas y sobre todo porque fue el saludo a los Tigres de Aragua, un saludo a su ex y a su presidente Víctor Zambrano.
Sin perreos, sin bulto, sin paquete. Pérez recorrió las bases como suele hacerlo y tras pisar el plato el juego marchaba 4×0 en el cierre del primer inning. La vengativa noche cerró con 6 carreras empujadas, las otras dos vinieron por la vía del elevado de sacrificio en los capítulos quinto y octavo respectivamente.
«Hice buen trabajo contra los Tigres, mi ex equipo» Pérez afirmó y dijo sentirse contento y acoplado al club que ahora debe defender. No hubo necesidad de hablar demás. Su actuación fue la que se encargó de mostrar lo que tenía para su ahora rival.
Cardenales y Tigres se enfrentan este domingo en Maracay. Al presentarse en la caja de bateo y cuando Joel Tovar anuncie su nombre, seguramente Pérez será ovacionado por los asistentes al José Pérez Colmenares. ¿Podrá castigar a los Tigres y seguir sumando batazos que les recuerde a los directivos que el cambio fue un error?
El asunto con Aragua es que requerían lanzadores, y a la fecha marchan últimos en la tabla de clasificación. Precisamente el picheo ha sido el dolor de cabeza para el club que recibió tres lanzadores en esa polémica transacción y que aun no le ven queso a la tostada.
Fotos: Cortesía Cardenales de Lara y Ramón José.
Por: Jesús Linares @jesuslinares23