Hoy traemos una historia increíble «La naranja mecánica» no la obra de Stanley Kubrick, sino la obra maestra de Rinus Michel, un adelantado, una mente superdotada del mundo del fútbol que diseño un estilo de juego que marcó la historia de Holanda, el Ajax y el Barcelona.
Aquel equipo de Holanda de 1974, fue el primero desde 1938 en tocar suelo mundialista para los oranje, para poder hacerlo de manera épica llegaba revolucionado, una Holanda que hasta ese momento no era una potencia ni por cerca en el fútbol, pero que gracias a una gran cantera y jugadores formados en el Ajax estaba haciendo cosas increíbles en Europa.
La selección de los Países Bajos llegaría en dos ocasiones a una final de la Copa del Mundo lo haría en el 74 y 78, cayendo en ambas ocasiones contra el anfitrión, sin embargo, deja una marca imborrable y un hecho increíble y es lograr que el segundo lugar fuese más recordado que el campeón.
En aquella justa del 78, hicieron falta algunas de las figuras que maravillaron en el 74, quizás la más grande Johan Cruyff, el flaco que se había negado a ir por múltiples razones, una de ella y la principal, ya que un año atrás nada más había sufrido un asalto e intentó de secuestro en su casa, otra porque se negaba al régimen de entrenamiento que imponía la selección, otra porque se negaba a la manera en que se repartían los bonos y premios en la selección, por su lado temas de patrocinio con Adidas quienes diseñaban la camiseta de la Naranja Mecánica y con quienes ya había tenido problemas e incluso tuvo que quitarse una de las tres líneas de la camiseta por su contrato personal con Puma, pero finalmente por su oposición contra la dictadura militar de Videla y el sentir que un país bajo esas condiciones pudiese darle las garantías de seguridad que su familia y el necesitaban.
Aquella selección holandesa jugaba de una manera increíble, nadie tenía una posición fija, salvo el portero, fue de los primeros equipos en utilizar extremos por lo que podían hacer una presión alta en la salida del rival, preparación física para movimiento rápidos y dinámicos y finalmente la habilidad y velocidad para realizar toque de primera y confundir a la defensa rival.
En ambos mundiales Holanda se quedaría a las puertas de la gloria en su primera disputa cae a manos del torpedo Müller, pero se recordaría de manera especial el juego desplegado porque incluso el primer tanto es a favor de Holanda tras un penal cometido a Cruyff luego de una jugada magnífica de 14 toques de La Naranja Mecánica.
En su segunda final consecutiva, los holandeses enfrentaron a Argentina, una albiceleste tocada por la pasión del pueblo y un Pato Fillol tocado por Dios, detuvieron a los de naranja y Kempes se encargo de liquidarlos, quedándose de nuevo en la orilla en el último encuentro.
Finalmente, Holanda le regalo al mundo un estilo de juego, con el que después el mismo Cruyff al mando del Barcelona maravillaria al mundo y que luego Pep aprendería, perfeccionaria y dominaria el mundo con un increíble Barca que pondría su corona más grande con el sextete.
Foto: Cortesía
Por: David Murillo @Daless3z
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