Con 23 años, será el catcher titular de Arizona en el Juego 1 de la Serie Mundial 2023
Las habilidades del venezolano Gabriel Moreno van mas allá de la producción que mostró en 2023 y de su gran trabajo detrás del plato. Por algo se posicionó como el receptor de todos los días de los Cascabeles de Arizona.
Hoy esos frutos tienen un sabor a Serie Mundial, en apenas su primera temporada completa en grandes ligas.
Hay algo de psicología en el asunto.
Tras debutar en 2022 y disputar 25 juegos con los Azulejos de Toronto, Moreno llegó vía cambio a los Cascabeles de Arizona junto a Lourdes Gurriel Jr por Daulton Varsho. Esa transacción ocurrida el 23 de diciembre del año pasado, marcó un nuevo comienzo para el joven careta.
Los canadienses le firmaron al profesional por un bono de 25 mil dólares en 2016.
Con apenas 23 años, Moreno emerge como una figura ofensiva de interés. Para el juego uno de la Serie Mundial, el manager Torey Lovullo lo ha colocado como tercer bate, ante nada menos que el derecho Nathan Eovaldi.
En 12 juegos de postemporada, batea .279 con 12 hits, 3 jonrones y 9 impulsadas. Un bate importante que esperan pueda producir para la causa de los desérticos.
Punto de control
Pero Moreno es un muchacho completo, su defensa también le posiciona entre los mejores del negocio. En 2023 registra un 48.4% de outs robando, el mejor de las grandes ligas.
En pocas palabras, es mejor no salir a correrle al larense porque las probabilidades de ser out, son tremendas. Es el mejor en eso.
El venezolano es finalista al guante de oro para la posición número dos. Desde lo tradicional vemos que apenas pecó en tres ocasiones en 854.0 entradas a la defensa. Eso es una barbaridad, o lo que es lo mismo: .997 de porcentaje de fildeo.
El colombiano Jhonathan Solano, un ex receptor de grandes ligas con Nacionales de Washington y Marlins de Miami, hoy catcher de bullpen e instructor de receptores de los Cascabeles, resalta la disciplina del joven barquisimetano.
«Es una máquina para trabajar, una defensa envidiable y una ofensiva tremenda, sabe hacer ajustes, y apenas tiene 23 años».
El técnico barranquillero afirma que hay algo más allá de esas dotes. «Tiene una capacidad de trabajar y adaptarse a cada uno de los lanzadores, eso solo lo hacen grandes receptores, es una de las claves para mantenerte ahí todos los días».
Buen estudiante
Solano insiste que lo de Gabriel Moreno no es solo batear y defender al máximo nivel. También desarrolla habilidades especiales, necesarias para todo aquel aspirante a brillar en Las Mayores.
«Sabe escuchar, presta atención a cada detalle antes, durante y después del juego. Es de esos alumnos que siempre están atentos, preguntando todo a sus maestro».
Moreno reconoce su propio crecimiento. Para el larense, es asunto de ajustes y de madurez. «Me he manejado maduramente, Tener conocimiento de todos los pitchers, tener la confianza de poder llamar un picheo sin temor, esa ha sido una de las claves más importantes para mi.«
De sus declaraciones podemos extraer un dato importante. Moreno tiene luz verde para llamar sus propios picheos, y ojo, estamos hablando de un chamín de 23 años que apenas ha transitado en dos temporadas en el big show.
Las habilidades psicológicas que posee Moreno le permiten anticiparse ante un eventual parpadeo de sus lanzadores, es un aspecto que no aparece en ninguna estadística, es algo instintivo, y sus compañeros no solo se lo reconocen, sino que lo agradecen.
“Gabby tiene 23 años, pero siento que tiene 33”, dijo a MLB el lanzador Zack Gallen, quien hará batería en el juego 1 de la Serie Mundial con Moreno. “Es la forma en que siempre está bien tranquilo, súper calmado. El momento no parece alterarlo. Y el talento está por las nubes”.