David Murillo @dalees3z
El fútbol está lleno de historias increíbles no solo por grandes hazañas, sino también por hechos poco usuales que resultan difícil de creer, sin embargo, es importante reconocer que a pesar de su fama y ser el deporte más practicado, han habido países que por temas culturales han tenido esta adopción del deporte de una manera más lenta y plasmando su sello en el.
Esta breve historia es tan exótica como la nación que la protagoniza y es que la India, el segundo país más poblado del mundo nunca ha estado en un mundial de fútbol. Una puede ser por el poco apoyo que hay al deporte en dicho país y otra por condiciones propias de la competencia en la zona de clasificación, a pesar de ellos la India le ha dejado al fútbol una de las historias más maravillosas.
Allá por 1950 el mundo se preparaba para disputar el Mundial de Fútbol en Brasil, con el objetivo de involucrar a los países asiáticos se extendieron múltiples invitaciones a la gesta deportiva, sin embargo, ninguno aceptó la última puerta tocada fue la de la India, quienes a pesar de estar interesados al paso de los días declinaron la invitación, lo más sorprendente es que muchos aseguran que la selección india dejó pasar la oportunidad ya que supuestamente no se les permitió jugar descalzos.
La historia guarda diferentes teorías de porque jugaban descalzos algunos dicen que era por religión y cabala, otros indican que simplemente era un tema económico y que se vieron obligados a decir no por los altos costos de movilizarse hasta el otro lado del mundo. Hay otras teorías que indican que en realidad a la selección india no le interesaba el mundial, ya no veían prestigio en él como si lo vieron en los juegos olímpicos en los que ya habían participado en 1948, luego de liberarse del yugo inglés y que disputarán nuevamente en 1952.
En 1948 la selección de la India se presentó en Londres para disputar su partido de la primer ronda contra Francia, partido que disputarán descalzos, muchos lo hacían con calcetines otros con vendaje únicamente para proteger sus uñas o dedos, finalmente el resultado fue un nada deshonroso 2-1 a favor de los galos, sin embargo, fue tanta la popularidad que incluso tomaron el Té con la hija del rey, quien asombrada les preguntó la razón por la que jugaban de esta manera. Muchos relatos indican que los jugadores a pesar de no poder tener calzado por temas económicos no querían mostrar debilidad y dijeron que lo hacían porque así controlaban mejor el balón.
Su fama no dejó de crecer y en Europa fueron invitados a jugar diferentes partidos de exhibición donde llamaba la atención sus capacidades en relación a los bajos recursos de los que disponían e incluso llegaron a tocar la gloria ganando un partido al Ajax. Luego regresaron a su país y se les volvería a ver descalzos en los juegos olímpicos donde harían una muy aceptable presentación.
Incluso previo a la popularidad de la selección en Europa el jugador Mohamed Salim llegó a probarse al Celtic de Glasgow, donde el único problema que vieron en él fue que no usaba zapatos, sin embargo, gozaba de una técnica espectacular y la prensa enloqueció con él, sin embargo, su salud y extrañar demasiado su natal Calcuta lo obligarían a regresar.
El fútbol nos deja lecciones e historias increíbles, ahora resulta imposible pensar en que un equipo jugaría sin zapatos, lejos de eso incluso hasta en los lugares más pobres se acostumbra al uso de zapatillas deportivas, la masificación, popularidad y medidas de seguridad ahora obligan a su correcto uso.
Fotos: Cortesía.