El venezolano atrapó la pelota del HR 57 del receptor de los Marineros y la entregó al jugador. En 25 años en el bullpen ha coleccionado jonrones históricos
REYES UREÑA
HOUSTON.- En 25 años en Grandes Ligas se acumulan muchas anécdotas y la noche del sábado, el venezolano Javier Bracamonte, catcher de bullpen de los Astros, agregó otra en su largo historial: atrapó la pelota del jonrón 57 de Cal Raleigh.
El batazo de vuelta completa que el careta de los Marineros de Seattle le conectó a Framber Valdez rompió el récord de jonrones en una temporada dentro de los náuticos, que estaba en manos de Ken Griffey Jr, que en 1997 y 1998 sacudió 56 bambinazos.
“Yo en realidad no sabía, yo pensaba que le había empatado el récord, no sabía que lo había roto”, comentó Bracamonte horas después de él mismo darle la pelota a Cal al culminar el juego del sábado.
El venezolano tuvo bajo su dominio la pelota récord de los Marineros, pero fue abordado para entregarla sin saber si llegaría a su destino. Incluso, un fanático le prometió algo bien peculiar, que si el ego te deja llevar, puede ser fácil ceder.
“Muchos fanáticos del equipo de los Marineros vinieron a pedirme la pelota. Y uno sí me dijo ‘oye, él rompió el récord de Ken Griffey con esa, ok’. Me juró que si se la daba, le pondría su hijo”, contó Bracamonte sin asombro. Ese mismo Bracamonte que le lanza a súper estrellas en el BP de los Astros, el mismo que durante más de décadas le ha recibido en el bullpen -y antes de iniciar el juego- a pitchers de la talla de Roger Clemens, Justin Verlander Gerrit Cole y Andy Pettitte, entre otros.
El venezolano trató de hacerle llegar la pelota a Cal Raleigh durante el juego del sábado, pero no logró coordinar la logística en medio del compromiso.
“Julio (Rodríquez) me vio. Yo lo vi, yo se lo iba a dar a Julio, pero no quedamos bien de acuerdo que se la trajera Julio. Entonces me quedé con ella y esperé (…) yo mismo se la di”, detalló Bracamonte, quien explicó que prefirió eso, porque con tantos años en el béisbol sabe que una artículo de esa característica, si pasa por la mano de muchas personas puede no terminar en su destinatario.
Bracamonte ha sido afortunado con su trabajo, uno que ha logrado mantener con disciplina y responsabilidad, así que la pelota del jonrón de Raleigh no es la única que ha tenido en su poder.
“No es la primera vez que lo hago, lo he hecho muchas veces. Le di (una pelota) de un grand slam a Jeter en Nueva York (…) agarré otras pelotas también. Agarré otro grand slam de (Alex) Bregman, creo que el año pasado. He agarrado muchos jonrones, también el de Carlose Beltrán, creo que rompió un récord personal del equipo en el 2004 aquí. Otras muchas que no recuerdo, (…) cosas así que han pasado en el transcurso de 25 años de carrera en el bullpen”, cerró el coach de bullpen de los Astros, el que seguramente sin asombro tendrá una próxima anécdota que contar tras atrapar algún otro jonrón en lo que podríamos denominar su “oficina”.