El aurinegro inició temporada Futve a pesar de pasivos salariales
Dura lex sed lex.
Un viejo precepto del latin que traduce «dura es la Ley, pero es la Ley». Un principio simple pero con un contenido complejo y difícil de aplicar cuando se trata de burlar la majestuosidad de la justicia. El último acto administrativo emanado de la Cámara de Resolución de Disputas de la Federación Venezolana de Fútbol representa una burla al atleta, al fútbol, al deporte en general, a la institucionaidad y sobre todo a la justicia.
Violar y violar.
Es impresionante la cantidad de veces que dicho documento menciona que los jugadores afectados tienen razón, pero no obstante deben actuar en consecuencia. Es decir, admitir lo que está mal, porque esto es lo que hay» representa uno de los argumentos plasmados en el cuerpo de la resolución. Estamos hablando de la confesión de la violación a los principios procesales y legales. De hecho afirman que lo están haciendo por digamos un interés común.
Principios como el de Identidad e Integridad del pago, se los pasaron por el forro del balón. La motivación es que el Deportivo Táchira no tiene dinero para pagar esas deudas, y que a pesar de ello los jugadores deben aceptar un abono para así poder el equipo competir y aspirar a premios en competiciones internacionales.
Pasaje al subir, pasaje completo.
Sí detallamos el asunto, del ofrecimiento del 30% del Deportivo Táchira, la autoridad dice que debe ser un 50%, es decir, cualquiera pudiera ver como que «le dieron palo» a esa propuesta, pero nada más alejado de la realidad. ¿Fue acordado ese monto entre la CRD-FVF y el aurinegro?
Siempre, pero siempre en Venezuela, los más afectados son los atletas. Eso no cambia independientemente la disciplina. En esta ocasión, amparados por una «jurisprudencia», relajan la norma. El problema no solo radica en relajar la norma, sino que lo hacen en detrimento del débil jurídico, o mejor dicho del afectado. Por supuesto que lo que querían es obtener la solvencia, licencia o aval para realizar nuevas firmas y «poder competir», lo que evidentemente supone más inversión cuando no hay dinero según reflejan los directivos del club.
Les metieron el gol
Desde la Asociación de Jugadores se han pronunciado rechazando al auto debido a la burlesca de la norma. ¿Qué más pueden hacer? Al igual que los defensores en el juego de fútbol, pueden rechazar el balón, despejar, defender, pero la jugarreta con gambeta, bicicleta, finta y definición terminó en gol. Aquí no solo está ganando el Táchira, sino que se está favoreciendo a un club y perjudicando a los atletas quienes trabajaron y no reciben su dinero. Se trata de cambiar esos esquemas que destruyen el deporte. Decisiones como estas ponen en tela de juicio el llamar «Profesional» al Futve.
La falta de pago conlleva una consecuencia jurídica en este caso una sanción que prohibe nuevos fichajes justamente para garantizar el pago de los afectados. Estamos en presencia de una aberración jurídica y un golpe a la majestuosidad de la justicia. No pretendo dar lecciones de que hacer, ya saben cómo era el correcto proceder.
Sí el señor Jorge Giménez quiere que la Federación Venezolana de Fútbol sea catalogada como transparente debe comenzar a dar señales de autoridad. Es una excusa del Táchira para saltarse la Ley. Se fue al carajo el principio de paridad y de sana competencia. No hay fair play.
El gremio ha sido cuestionado por la lluvia de casos y denuncias en contra de los equipos entre los que figuran Estudiantes de Mérida, Zamora, Lala FC entre otros. Pero el asunto va más allá de pronunciamientos, dimes y diretes. Tienen que embraguetarse los pantalones en la misma FVF y tener las bolas, los balones o los cojones de imponer la autoridad en el marco de la Ley.
Foto: Cortesía
Por: Jesús Linares @jesuslinares23