David Murillo @Daless3z
¿De qué planeta viniste? – Y es que hoy nadie podría explicar el efecto Maradona, nadie puede hoy en día explicar cómo este pequeño hombre de 1.65 metros y con una contextura física gruesa, fuerte y sólida, logró todo lo que logró y demostró al mundo que para ser feliz hacia falta un balón.
Diego llevó en sus botines mucha magia, llevó sobre su cuerpo el gran peso de ser un tipo admirado y odiado, un tipo que estuvo siempre expuesto por ser como naturalmente era extrovertido, polémico, abierto al mundo y es que muchos dicen que el pecado más grande de Diego o el error más grande de su vida fue que nunca supo escoger sus amigos.
De Diego podemos recordar miles de historias, buenas, malas y excéntricas. Si, excéntricas cómo el día que pidió a Coppola que le consiguiera un Ferrari Testarossa en color negro cuando la marca solo los hacía en su clásico color rojo, fue tanta la insistencia que la marca accedió y Diego fue complacido y es que ¿Como decirle que no a Diego?
También conocimos el lado más humano, cálido y sensible de aquel Diego que parecía ser solo un símbolo, una imagen, un hombre que no era de carne y hueso como todos y del que siempre se espero pulcritud. Lo vimos ser amoroso en aquella tierna postal de Dalma, colocando margaritas en sus calcetas antes de un entrenamiento y luego se le captó trotando todavía con las pequeñas flores dentro de sus calcetas. Lo recordamos como un hijo amoroso cuando luego de ser campeón del mundo llamó a su mamá que era todo para Diego, la muy conocida Tota en aquella conexión por medio de una radio le mencionaba a Diego que la había hecho la mujer más feliz del mundo a lo que Diego respondía «yo juego para vos mamá» un video que un lo personal he visto unas 100 o 200 veces y siempre eriza mi piel, escuchar a ese Diego humano, ya que siempre lo mirábamos como un producto, un producto fácil de mercadear.
El único que tuvo el valor de defender sus colores, contra aquellos que eran sus ídolos en aquella afamada y dolorosa final donde Diego pierde la oportunidad de ser bicampeon del mundo y ante los silbidos, gritos e insultos de la afición presente en el estadio Diego los insulta, enfrentándose a aquellos que coreaban su nombre.
Diego no ocupaba un gran equipo a su espalda para brillar y muchas veces lo hizo, Diego solo ocupaba su magia y es que convirtió a un pobre equipo del sur de Italia en un equipo respetable y temido, 5 títulos con un equipo pequeño se menciona fácil, pero la gesta era enorme, luchando en la que quizás era la liga más importante del momento. Ver aquel Diego de Napoli era diversión pura, aquel tipo que corría con sus cordones sueltos, que entrenaba a su estilo y es que todos nos emocionamos al ver a aquel Diego calentando con life is life de fondo y solo siendo Maradona, deleitando con aquellos toques sublimes de balón con los cordones sueltos, así como un niño con la magia y el talento que solo el podía tener.
Y es que en una opinión muy personal Diego fue el futbolista que revolucionó el deporte, en todos los sentidos, modernizó lo que veíamos en la cancha y se convirtió en una super estrella del balón, con sus clásicos tacos Puma negros, mucho antes de esta explosión del Internet, la televisión por cable o incluso de las impensadas redes sociales, Diego hacia explotar al mundo.
Bien dijo Martín Liberman, periodista y amigo cercano del Diego, Maradona es lo más grande si con todas sus enfermedades (adicciones) logró todo lo que logró, ahora imaginate si no las hubiera tenido simplemente no hablaríamos de cerca de Messi o Cristiano, sería un Maradona por muy lejos indiscutible. La marca Maradona era muy explotada y muchos se aprovecharon del Diego en sus últimos días, bien lo hicieron los clubes que lo contrataron para que fungiera como si entrenador y es que era algo increíble ver como los estadios de Argentina explotaban al ver entrar a Diego.
Hablar de lo que todas las hazañas de Diego, de sus polémicas, sus creencias políticas, sus luchas es ya bien conocido, está es una redacción desde la pasión que despertó Maradona en un aficionado que no lo pudo ver, pero que se enamoro del balón al ver sus videos y sus maravillas y como diría Rodrigo «TE QUIERO DIEGO».
Fotos: Cortesía