David Murillo
En el mundo hay personas que tienen la oportunidad de decir que han cambiado el rumbo de países, instituciones, historias de continentes o el mundo entero; si trasladamos esto al fútbol podemos decir que Pelé marcó una época y el rumbo de Brasil o Maradona lo hizo con el Napoli y con Argentina y así otros lo hicieron con diferentes entidades, el fútbol moderno muchas veces juega encuentros con los hombres de largo y estos dictan mucho de lo que veremos en la cancha y uno de los que cambió la historia de manera drástica fue Roman Abramovich.
Roman Abramovich, es un empresario y multimillonario ruso que cuenta también con las nacionalidades de Israel y Portugal. El empresario de muy pequeño a sus 3 años quedará huérfano y seria su familia más cercana quien le daría educación, comida y formación a sus 16 años trabajaría de mecanico y cumpliría su servicio militar por un tiempo muy corto y ahí comienza sus primeras actividades empresariales, comprando y vendiendo perfumes, mismas que se manejaban en un mercado ilícito ya que la naturaleza de la Unión Soviética en ese momento era socialista y prohibió cualquier tipo de actividad empresarial privada.
Tras una serie de buenos movimientos, la caída de la Unión Soviética, a los 20 años logró hacerse de la empresa petrolera Sibneft y por 250 millones de dólares (en 2012 la justicia inglesa indica que la adquisición de la empresa se dio tras una serie de amaños). Durante esta época se vuelve muy cercano a Boris Yelstin y con esta influencia logra hacerse con la compra de muchas empresas estatales y con ello logra ser uno de los hombres más millonarios del mundo. Su relación con el Kremlin no termina con Yelstin, ya que una vez que esté dado un paso al costado y comienza el mandato de Putin, Roman se hace muy cercano a él hasta ser considerado su mano derecha y con su apoyo logró convertirse en gobernador de Chukotka, es aquí donde la vida de Abramovich choca con la del fútbol.
Con un curriculum vitae impresionante y habiendo amasado un increíble fortuna con solo 36 años y en el 2003, decide adquirir el Chelsea Futbol Club, la noticia irrumpe en el mundo del deporte en general, un empresario ruso comprando un club inglés era insólito en aquella época, sin embargo, la palabra insólito podría describir la carrera de Roman. No era la primera vez que Abramovich se involucraría en el deporte, puesto que ya era propietario de un club de hockey sobre hielo llamado Omsk. La compra del club se dio por un 50.09% por 85 millones de euros y asumió 114.7 millones de euros en deudas, solo con su compra las acciones del club aumentaron en un 46%.
El impacto en el Chelsea y el mundo del fútbol fue inmediato, Roman se encargó de formar un club competitivo y agitó el mercado europeo como nunca antes se había hecho, incluso muchos lo acusan de haber inflado el mercado de fichajes. Solo un año después de su llegada, vuelve a golpear el mercado con la llegada de Mourinho y con ello se abre la puerta a los años más gloriosos del club.
El Chelsea había sido un equipo chico, con trofeos en sus vitrinas y un buen competidor, pero no era el ganador o el club grande que hoy conocemos. Entre 1877 – 2003, el club sólo había cosechado 13 títulos, tras la llegada de Roman Abramovich, el club consiguió 21 títulos ganando todos los trofeos mayores del campeonato inglés, destacando entre ellos 2 Champions. La influencia de Roman es tal que siempre se le podía apreciar viendo los partidos desde la tribuna. En 19 años al mando de los Blues, Roman invirtió cerca de 2340 millones de euros en fichajes, una cifra exorbitante, pero que resulta realmente atractiva al considerar que la reciente venta del club se dio por 4970 millones de euros.
Recientemente en marzo del 2022, Roman Abramovich fue presionado para que vendiera el club, producto de su relación cercana con Vladimir Putin y su involucramiento en el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, en el cual incluso Abramovich habría estado interviniendo e intentando encontrar un punto medio que ponga fin a la guerra, proceso en el que además sufrió un envenenamiento supuestamente a manos de ucranianos.
Tras la venta del club, al grupo controlado por Todd Bohley, quienes además son propietarios de los Dodgers, decidieron retener 117,6 millones de euros en el proceso de venta por temor a posibles sanciones que se puedan dar parte de la UEFA o Premier League, ya que casi al final de la operación se le informó a los norteamericanos que el club recibe financiación por parte de otras de las empresas de Roman Abramovich y se convirtió en un activo congelado, es decir que no puede hacerse cargo de sus obligaciones, pasivos o deudas. Además dentro de la negociación se estimó que los 2700 millones de euros que se estiman como ganancia serán destinados a una causa social, en este caso para los afectados por la guerra.
La época Bohley apenas comienza, pero ya han golpeado el mercado con fichajes y movimientos interesantes, faltará ver si logra llenar los grandes zapatos que dejó Roman Abramovich en el club londinense. Por su parte Roman, continuará apartado del mundo del fútbol al menos hasta que la situación entre Rusia y Ucrania se esclarezca.
Fotos: Cortesía