Los Astros recuperan un bate clave con 19 jonrones y 50 impulsadas, mientras el sonorense asume el rol de DH en sus primeros juegos de vuelta
REYES UREÑA
HOUSTON — La espera terminó. Isaac Paredes volvió a ponerse el uniforme de los Astros y lo hizo con la misma naturalidad con la que suele cuadrarse en el plato. El mexicano regresó tras dejar atrás la molestia en el hamstring, una lesión que lo obligó a frenar justo cuando estaba siendo uno de los bates más confiables del equipo. Ahora, con la recta final del calendario y la División del Oeste en juego, su regreso llega en el momento preciso.
“Estoy cerca del 100%. No diría que estoy al 100%, pero estamos cerca de eso”, confesó el sonorense, con la sinceridad de quien sabe que aún debe dosificarse, pero también con el entusiasmo de saberse otra vez parte del lineup, en el que fue alineado como tercer bate y bateador designado.
El plan de los Astros es claro: nada de riesgos innecesarios. Joe Espada le dejó dicho que no se exija al máximo cuando corra las bases, que conserve fuerzas para lo verdaderamente importante. Y ahí aparece la disyuntiva del pelotero que siempre juega con intensidad.
“Va a ser difícil, pero vamos a tener que ver cuál es la situación del juego. Todo lo que voy a hacer es intentar ayudar al equipo que quiero, pero también quiero ser inteligente al respecto”.
En Florida, donde completó la fase final de rehabilitación, las métricas mostraron avances concretos. “La máquina dijo que estaba corriendo al 87%, eso es lo que la máquina registró, y estamos contentos con eso”, relató Paredes a la prensa en el clubhouse previo a la serie del fin de semana ante los Marineros de Seattle. Puede no sonar a mucho, pero en su caso representó la luz verde que tanto esperaba.
Por eso, en su regreso inmediato, el rol será como bateador designado. La defensa tendrá que esperar unos días, aunque eso no lo detiene en los entrenamientos.
“Queremos que juegue como bateador designado, que se mueva y luego veremos qué pasa”, dijo el mánager Joe Espada. “Trabajó muy duro defensivamente en West Palm. Pero ahora mismo, el solo hecho de tenerlo en la alineación como bateador designado, creo que es un paso en la dirección correcta”.
“Estoy aquí para ayudar al equipo de cualquier manera que pueda. Me dijeron que iba a ser el DH por estos días. Practico mis propias bolas en los días de tercera y segunda base, así que tengo que estar listo para cuando se presente la oportunidad”.
La reincorporación del mexicano no pudo llegar en un momento más oportuno. Houston perdió a Yordan Álvarez por lesión y la ofensiva necesitaba un nuevo referente. Paredes, con sus 19 jonrones, 50 impulsadas y un OPS que ronda los .829, ha demostrado ser exactamente eso: un bate de poder, pero también de constancia y paciencia, lo que se refleja en un OBP de .359.
“No dudé de que pudiera regresar con el trabajo que ha hecho para volver al campo de béisbol”, dijo Espada. “Especialmente después de lo que le pasó a Yordan hace unos días, el solo hecho de tenerlo ahí y en esos cuatro primeros puestos, tiene un gran impacto en nuestra alineación”
Él mismo admite que aceleró el paso para estar de vuelta lo antes posible. “Intenté volver por mí mismo y para ayudar al equipo tanto como pudiera. No pensé que estuviera tan cerca, pero creo que prestamos mucha atención a la rehabilitación y nos sentimos mucho mejor y más rápido. Cuando fui a Florida, el plan era volver en esos últimos días y estoy feliz de poder regresar ahora. Quería ayudar al equipo de cualquier manera que pudiera. En Florida, solo intentábamos seguir el plan de rehabilitación y todo salió bien, así que estoy feliz de estar aquí”.
El regreso de Paredes es más que un dato médico: es un mensaje para el clubhouse. Los Astros, que saben lo que significa cerrar fuerte para entrar en octubre, cuentan de nuevo con un jugador que combina juventud, disciplina y carácter.
Foto: @astros