La Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) informó ayer que los Tigres de Aragua y Navegantes del Magallanes, fueron autorizados por la Oficina de Control de Activos (OFAC) del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica para contratar peloteros y personal con afiliación a Major League Baseball. En otras palabras, según informó la liga, ambos equipos entran nuevamente en el Winter Agreement Baseball, o el acuerdo invernal que rige las relaciones entre las grandes ligas y las ligas invernales de béisbol, por lo que Tigres y Magallanes ya pueden contar con sus peloteros grandeligas, ligaminoristas, coaches y demás trabajadores que pertenecientes a organizaciones de MLB.
Desde 2019 ambos equipos fueron sancionados por la OFAC debido a que dentro de sus estatutos figuran las gobernaciones de los estados Aragua y Carabobo, cuyos titulares de gobierno son aliados al presidente Nicolas Maduro. En ese sentido, surgieron las prohibiciones que limitaron la participación de peloteros afiliados a MLB con dichos conjuntos.
La liga no informó la duración de la restitución, ni ahondaron en detalles al respecto, pero los efectos serían de inmediata aplicación lo que supone movimientos para ambos conjuntos.
La noticia hace que tanto Tigres como Magallanes reestructuren parte de sus planes de cara a la temporada 2022-23 de la LVBP que arranca a mediados de octubre. En el caso de Aragua estaban esperando el levantamiento de las sanciones para firmar a Buddy Bailey como su dirigente, pero ante la tardanza en la respuesta acordaron con Jackson Melián para el puesto de capataz. Queda por definir si Bailey finalmente regresaría con el equipo y en que rol.
Para la nave el anuncio ilusiona, sobre todo por el trabuco que podría armarse si finalmente José Altuve y Luis Arraez, dos de los mejores bateadores de las mayores deciden participar en el torneo venezolano este año. Lo mismo en Aragua con presencia grandeliga en manos de toleteros importantes como Anthony Santander y Eduardo Escobar.
Pero una cosa es que ya estén levantadas las sanciones y otra muy distinta es que los peloteros decidan jugar, ya son otros asuntos que corresponden a cada pelotero. Acuerdos económicos, tiempo, preparación, logística, el visto bueno (en algunos casos) de las organizaciones de grandes ligas, entre otros.
Lo cierto del caso es que ya pueden contar con todo el mundo, y desde las oficinas comienzan a hacer las llamadas, para ubicar a los peloteros reservas de ambos equipos y también volver a echar un ojito a los pocos importados disponibles que pudieren quedar en el mercado. Aun no está claro el tema del dinero, patrocinios y si en la 2022-23 volverá el acostumbrado aporte económico del gobierno a los equipos de la LVBP.
Foto: Cortesía
Por: Jesús Linares @jesuslinares23