El jardinero de las Águilas del Zulia Alexander Romero conectó ayer su imparable número 1000 en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional. Una cifra en la que apenas una decena de jugadores figuran en esa lista. A muchos les da la sensación de que el zuliano estuvo pujando por llegar a los mil indiscutibles, pero así es la vida y los años no pasan en vano. Las mieles de la juventud se han ido pero su capacidad bateadora está ahí, y el juego le ha premiado su constancia y dedicación con una inscripción en un club del que pocos pueden darse el lujo de portar la insignia.
Para variar, el asunto tuvo cierta polémica porque de acuerdo a los cálculos de unos y otros medios especializados y entes competentes de las recopilaciones estadísticas, presentaban diferencias entre cantidades de hits. Resulta curioso que desde la época del Carrao Bracho ya se ha venido hablando de errores en los numeritos.
Pero, Por Qué no se han equivocado con Davalillo, Galarraga u otro grande de la pelota venezolana?
Yo no tengo la respuesta, pero Romero nunca dejó de batear y tenemos el deber de reconocer sus primeros mil hits en Venezuela. Un muchacho que vivió sus mejores años con los TIgres de Aragua, que se gozó varios buenos campeontatos en Maracay en donde en su momento, era toda una celebridad. Recuerdo que muchos niños de la época, querían ser como Romerito, su particular estilo de fildeo, y ese golpecito que con el bate, se daba en el casco en cada presentación en el plato.
El hit que valió por mil
Romero también era bueno celebrando en esas caravanas campeonas. En especial en aquel año histórico de la remontada ante el Navegantes del Magallanes, ese batazo permitió que José Martínez anotara la del triunfo y posterior campeonato de la temporada 2006-07 de la LVBP. Era una estrella, casi un artista, al menos en Maracay.
Era frecuente verlo en un carro deportivo, un Mustang por la ciudad jardín, la gente no paraba de saludarle y la fama era una realidad.
Los Twins de Minnesota fueron su primera organización en ofrecerle contrato a Alexander Rafael Romero Galbán, mientras que en Venezuela su casa fueron los Tigres de Aragua. Se graduó de bigleaguer con los Cascabeles de Arizona y en Venezuela de Aragua pasó a Zulia vía cambio por Sandy León.
Mil hits mil momentos
«He pasado más de la mitad de mi vida jugando béisbol», esto es muy bonito. Dijo Romero quien terminó la noche del viernes de 4-1 con el imparable en el último viaje al plato.
«No te voy a mentir, es por la disciplina y perseverancia, pero también a mantenerme saludable, ha sido un año de sube y baja, cuando sabes que es tu última temporada, ves el juego diferente porque sabes que es tu último año».
Romero está en su temporada número 23, la cual de acuerdo a lo que ya previamente anunció, será la de su despedida del diamante. «Se cierra la puerta y veremos que otra se abre».
Lo más bonito de la noche no fue el hit número mil, fue ver a Romero acompañado de su familia, bien numerosa, todos alegres y apoyando siempre a su caballo. Eso es amor.