David Murillo @Daless3z
En aquellos años donde el fútbol era más sencillo y todos recordamos una Seria A italiana, llena de glorias, jugadores que marcaron épocas, y equipos rápidos en defensa; en aquel momento los rivales temblaban cuando se enfrentaban a un tipo que dominaba la delantera, que hacía gritar a la afición y que demostró que la vida de un futbolista debe llevar un sano balance mental y físico, una sin la otra resulta en una catástrofe.
Adriano Leite Ribeiro, mejor conocido como Adriano, conocido como «El Emperador» y es que gobernó con creces en la liga italiana, el sucesor natural de Ronaldo en la selección, zurdo y no solo eso, con una potencia en esa pierna izquierda digna de enmarcar, muchos fueron los porteros que no pudieron detener el impacto de sus balonazos.
Adriano era un tipo grande de casi un 1.90 metros, fuerte, robusto, potente, características que hacen dudar de que fuera un jugador sublime o técnico con el balón en los pies, pero lo era, con el balón era mágico, capaz de hacer corridas desde fuera del área, entrar con balón dominado y definir o bien correr con el balón y resolver con impacto desde fuera del área. El Inter gozaba de una verdadera joya, indetenible, veloz, disruptivo en juego, sublime, potente, son miles los adjetivos que podríamos usar para definirlo.
Temperamental, fuerte y agresivo en su forma de ser y al igual que muchos de sus compatriotas amantes de la noche y la farra. Quizás el momento más recordado es el doble puñetazo de Adriano a Caneira, jugando contra el Valencia. Muchos otros rumores salieron también de una posible pelea entre Adriano y un jugador de basquetbol en una discoteca, sin embargo, al final ninguno lo confirmó.
Lamentablemente Adriano, vio mermada su carrera producto del hundimiento en una profunda depresión que lo llevaron a tomar decisiones equivocadas en su carrera y a encontrar refugio en el alcohol, personajes muy cercanos a Adriano como el Pupi Zanetti, intentaron ayudarlo, sin embargo, la muerte de su padre fue mucho más de lo que Adriano podía manejar. Tras ello la debacle fue evidente, hasta que terminó jugando nuevamente en su país, para al final retirarse del fútbol en Miami United FC, equipo del que es 40% dueño.
Mucho se ha hablado de Adriano y su asociación con el crimen, las favelas y sus amigos, la realidad es que son muchas las fotos que han dado vuelta de Adriano en zonas de muy alto riesgo en Brasil, con armas, personas de dudosa actividad y su posible regreso a vivir en ese entorno, sin embargo, Adriano siempre lo ha negado, tal es el caso que en 2020 muchos medios dieron por muerto a Adriano y el mismo tuvo que salir a desmentir.
Sin duda, deja mucho que pensar el hecho que azares del universo nos hayan prohibido ver la mejor versión o por muchos años más a un jugador tan brutal y mágico como Adriano, sin embargo, la imagen más increíble que queda son sus celebraciones, el grito incontrolable y la manera en que reinó en total dictadura futbolística en Italia, que sin haber sido muchos años le bastó para ser recordado como uno de los mejores que han pisado el verde césped del Calcio.
Foto: Cortesía.