La nave hizo lo que solo ellos pensaron. Ganaron un séptimo juego a Caribes de Anzoátegui en el Alfonso «Chico» Carrasquel de Puerto La Cruz. El rival más difícil de los últimos años se quedó apagado en los juegos 6 y 7 de la serie final. Apenas 2 carreras en 18 episodios; el picheo de Magallanes logró contener esa ofensiva oriental que se caracteriza por los batazos de largo kilometraje pero que en los dos juegos finales estuvieron ausentes.
Las cosas no salieron para Caribes que llegó a tomar la ventaja desde el segundo inning pero Magallanes empató en el quinto. Ese mismo capítulo vio como los de casa volvían a ponerse arriba en el score, pero el equipo carabobeño buscó su juego y en el rollo siguiente logró empatar el encuentro. Dos innings importantes, con amenazas de lado y lado pero el juego se mantuvo pegado.
El descenlace ofensivo
Octavo inning. Ángel Reyez conectó el jonrón de la ventaja para los Navegantes.
El descenlace del picheo.
Tal y como suelen tenernos acostumbrados nuestros cerradores venezolanos. El susto se apoderó de todo aquel fan magallanero. Bruce Rondón entró con un out en la pizarra. Solo necesitaba sacar a los dos siguientes bateadores. Dominó a Víctor Reyes y tan solo faltaba un out. Se acercaba la parte difícil de ese lineup.
«Balita» Ortega sonó doble y el turno era para Niuman Romero quien recibió cuatro malas. ¿Usted leyó bien? Magallanes puso la de perder el campeonato en la inicial, dejando la responsabilidad en el bate de Williams Astudillo. Resultado: Rondón lo dominó con linea a segunda base y Magallanes sellaría su título número 13 en la pelota venezolana.
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